Colombia finaliza el 2025 bajo una atmósfera de tensión y cuestionamientos profundos hacia la efectividad de la denominada «paz total». El balance de seguridad al cierre del año revela un panorama complejo, donde la expansión de grupos ilegales y la sofisticación de sus ataques han puesto en jaque la capacidad de respuesta del Estado colombiano.
Uno de los puntos más críticos fue el reciente paro armado de 72 horas ejecutado por el ELN, el cual afectó la movilidad y la calma en vastas regiones. Según balances preliminares, se registraron aproximadamente 100 actos violentos en 9 departamentos, dejando un doloroso saldo de 12 personas fallecidas, múltiples heridos y daños materiales considerables en infraestructura vial y vehículos de transporte.
Ataques con tecnología y control territorial
La preocupación se ha intensificado tras el uso de drones cargados con explosivos en operativos contra la fuerza pública. El incidente más devastador ocurrió en la zona rural de Aguachica, Cesar, donde un ataque dirigido a un batallón militar acabó con la vida de 7 soldados y provocó heridas a otros 28 uniformados. Este salto tecnológico en las tácticas de guerra de los grupos irregulares representa un desafío mayúsculo para la inteligencia militar.
Analistas como María Victoria Llorente, líder de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), sugieren que este recrudecimiento de la violencia tiene un trasfondo político vinculado a la cercanía del proceso electoral de 2026. La intención sería consolidar el control sobre los territorios para influir en la agenda nacional y asegurar ventajas en futuras negociaciones.
“Los grupos armados están buscando visibilidad y posicionamiento de cara al debate público que se avecina por las elecciones”, advirtió la experta.
Mesas de diálogo sin avances tangibles
A pesar de que el Gobierno mantiene abiertas 9 mesas de negociación con distintas estructuras, la falta de resultados concretos genera escepticismo entre la ciudadanía. Se critica que, mientras los diálogos persisten, no existe una estrategia de seguridad paralela que contenga el crecimiento de estas organizaciones en las zonas rurales.
El crecimiento del Clan del Golfo es una de las estadísticas más alarmantes presentadas por organismos de monitoreo de seguridad:
| Indicador | Estado Actual |
|---|---|
| Crecimiento del Clan del Golfo | Aumento del 85% en comparación con la etapa post-Farc |
| Mesas de negociación activas | 9 instancias sin acuerdos definitivos |
| Departamentos afectados | 9 zonas clave del país |
De cara al 2026, especialistas insisten en que es imperativo que el Estado recupere la iniciativa en los territorios. Se requiere una hoja de ruta clara que priorice la protección de la población civil y frene el fortalecimiento financiero y militar de las estructuras que hoy desafían la estabilidad democrática en Colombia.
Fuente: Infobae