En un giro de acontecimientos que acapara la atención internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado entrever la posibilidad de recurrir a la acción militar contra Venezuela. Ante la creciente presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, Trump afirmó en una entrevista exclusiva que «no lo descarta» la opción bélica, al ser consultado directamente sobre este escenario.
La administración estadounidense ha endurecido sus medidas contra el régimen venezolano en los últimos días. Se ha ordenado un «bloqueo» a los petroleros que operan con sanciones, intensificando las incautaciones de embarcaciones vinculadas al país. Según informes, se han registrado hasta veintiocho acciones contra navíos, algunas de las cuales habrían resultado en fallecimientos. La Casa Blanca justifica estas acciones como una lucha contra el «narcotráfico» y acusa a Caracas de financiar el «terrorismo de drogas» con fondos petroleros.
Al ser consultado sobre si su objetivo es la destitución de Maduro, Trump se mostró elíptico, declarando: «Él sabe exactamente lo que quiero. Lo sabe mejor que nadie». Respecto a la posibilidad de una guerra, el mandatario prefirió no profundizar, aunque admitió que es un escenario contemplado y advirtió sobre más incautaciones de buques petroleros. «Depende. Si son lo suficientemente insensatos como para navegar, volverán a uno de nuestros puertos», sentenció Trump, refiriéndose a la posible intercepción de embarcaciones.
Agenda Doméstica: Bonos Militares y Reforma Sanitaria
En el frente interno, el mandatario estadounidense defendió con firmeza sus políticas económicas. Durante un discurso de alto impacto, anunció un «dividendo guerrero» de USD 1.776 para aproximadamente un millón y medio de miembros de las fuerzas armadas, como conmemoración de los 250 años de la fundación del país. Estos pagos, según Trump, se efectuarán «muy pronto» y se financiarán con fondos de la ley «One Big Beautiful Bill» y los ingresos arancelarios, afirmando: «Estamos ganando tanto dinero con los aranceles que podemos hacer esto y aún nos sobra».
Sin embargo, fuentes de la administración matizaron que el bono único, que ascendería a unos USD 2.600 millones, provendría de fondos originalmente destinados a vivienda militar. Un funcionario del Senado confirmó que el dinero se desembolsará de dicho fondo, y no de los aranceles. El Departamento de Defensa habría optado por un pago único para evitar sentar un precedente en costos de vivienda a futuro.
En materia de salud, Trump criticó duramente a las «gigantescas compañías de seguros de salud», acusándolas de lucrar indebidamente con fondos que deberían beneficiar a los ciudadanos. Propuso permitir a los estadounidenses «comprar su propio seguro de salud», argumentando que esto ofrecería «muchos mejores beneficios a un costo mucho menor».
Ante el inminente aumento de las primas para millones de beneficiarios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare), Trump se mostró confiado en que la ley se extinguirá por sí sola: «Nadie querrá usarlo. Es demasiado caro». Reiteró su postura sin presentar un plan sanitario alternativo extenso, enfatizando: «Las compañías de seguros se han hecho totalmente ricas y más allá de cualquier comprensión. […] vamos a dejar que compren su propio seguro de salud. Obtendrán una atención mucho mejor a un precio mucho más bajo».
De cara a las elecciones legislativas de noviembre, ambos partidos concentran sus esfuerzos en mantener el control del Congreso. Trump expresó optimismo sobre la posibilidad de que los republicanos retengan ambas cámaras, manifestando: «Creo que sí. Eso espero», consciente de las implicaciones políticas que una derrota podría acarrear para la Casa Blanca.
Fuente: Infobae