La nostálgica emisión de «La Máscara del Zorro» en televisión ha revivido la emoción de una de las películas de aventura más queridas por el público. Dirigida por Martin Campbell y estrenada en 1998, esta producción catapultó a Antonio Banderas a la élite de los actores españoles con proyección internacional.
En España, más de cuatro millones de cinéfilos acudieron a las salas para presenciar esta cinta, que acumuló una taquilla global superior a los 250 millones de dólares, consolidándose como un verdadero fenómeno popular.
La proyección en el canal Be Mad este jueves 18 de diciembre, como parte de un ciclo dedicado al cine de aventuras, dio paso a su secuela, «La leyenda del Zorro», que llegó siete años después con Banderas de nuevo al frente del reparto.
El elenco de la cinta original reúne a estrellas como Anthony Hopkins y Catherine Zeta-Jones. La trama nos transporta a la convulsa época posterior a la Guerra de Independencia de México, cuando el dominio español en California estaba en declive a inicios del siglo XIX.
La visión de Martin Campbell, cineasta neozelandés, junto a un guion de John Eskow, Ted Elliott y Terry Rossio, infundieron a la película un marcado carácter cosmopolita. Sin embargo, el carisma de Banderas y la evocadora ambientación le otorgan un inconfundible sello español.
Un Legado de Justicia y Venganza
La historia arranca con Don Diego de la Vega (interpretado por Anthony Hopkins), quien bajo el manto del Zorro, se enfrenta al ambicioso gobernador español Don Rafael Montero (encarnado por Stuart Wilson). Tras un injusto encarcelamiento y la trágica pérdida de su esposa, Don Diego ve cómo su hija Elena (Catherine Zeta-Jones) es raptada y criada por su verdugo. Veinte años después, un Don Diego fugado descubre la verdad y, sediento de venganza, busca un digno sucesor para la icónica máscara. Su elección recae en Alejandro Murieta (Antonio Banderas), un astuto pícaro, el candidato perfecto para empuñar el legado del Zorro.

Esta producción revitalizó la mítica figura del Zorro, un personaje inmortalizado previamente en el cine mudo por Douglas Fairbanks Sr. y en la televisión de los años 50 por Guy Williams.
Campbell, conocido previamente por dirigir «GoldenEye» de James Bond, plasmó en pantalla una narrativa que fusiona la acción y la aventura clásica con una meticulosa recreación de la California y México del siglo XIX.
Duelos Apasionados y Espectáculo Visual
La dinámica entre el veterano Zorro y su joven pupilo es el eje central. El entrenamiento abarca desde la esgrima y la equitación hasta el combate cuerpo a cuerpo y el arte de la seducción. El plan de Don Rafael Montero, que incluye la acumulación de oro de minas secretas para la compra de California al General Santa Anna, sirve de telón de fondo para una trama donde el nuevo Zorro, bajo la apariencia de un aristócrata español, se infiltra en la alta sociedad y se enamora perdidamente de Elena.

Las secuencias entre Antonio Banderas y Catherine Zeta-Jones, especialmente la emblemática escena del baile en la mansión de Don Rafael y el duelo que culmina en un apasionado abrazo, se han grabado a fuego en la memoria colectiva.
El rodaje, realizado en escenarios naturales que incluían haciendas, minas de oro y mazmorras, se ejecutó con un estilo añejo, dotando a la película de una atmósfera auténticamente atemporal.
Un Éxito que Perdura en la Audiencia
El legado de «La Máscara del Zorro» trasciende la pantalla grande, afianzándose como una de las producciones más reconocidas en la filmografía de Antonio Banderas y un hito del cine de aventuras contemporáneo. La magistral combinación de acción trepidante, romance cautivador y un espectáculo visual deslumbrante, unida a la precisa dirección y un elenco de talla mundial, la han consagrado como un clásico moderno. Tanto la crítica especializada como el público general han elogiado la película por su cuidada factura y su enfoque en personajes y narrativa, celebrándola como un ejemplo de cine artesanal.
Fuente: Infobae