En una respuesta contundente, las fuerzas estadounidenses han ejecutado un «ataque masivo» contra la infraestructura y los depósitos de armas del Estado Islámico en territorio sirio. Esta operación a gran escala surge como represalia directa por el sangriento incidente del pasado 13 de diciembre, en el que perdieron la vida tres ciudadanos estadounidenses, entre ellos dos militares.
El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) confirmó la acción a través de un comunicado oficial, señalando que el operativo se dirigió específicamente contra la infraestructura y armamento de la organización terrorista. «Tropas estadounidenses han iniciado un ataque a gran escala contra la infraestructura y los depósitos de armas de Estado Islámico en Siria», detalló la institución. Esta ofensiva se produce «tras el del 13 de diciembre contra fuerzas estadounidenses y aliadas».
El ataque que desencadenó esta respuesta militar tuvo lugar en el centro de Siria. En ese momento, los militares estadounidenses se encontraban brindando apoyo en una operación antiterrorista crucial contra el grupo yihadista. La tragedia cobró la vida de dos miembros de la Guardia Nacional de Iowa y de un intérprete civil, cuyo trabajo era fundamental en las misiones.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lamentó profundamente la pérdida de los «tres grandes patriotas estadounidenses en Siria». En sus declaraciones, el mandatario calificó el evento como un «ataque de Estado Islámico contra Estados Unidos y Siria», perpetrado en una «zona que no está totalmente controlada» por las autoridades sirias, lo que subraya la complejidad del escenario operativo.
Fuente: Infobae