Un significativo temblor de magnitud 4.4 se hizo sentir en la ciudad chilena de Copiapó, según confirmaron los organismos sismológicos locales. El movimiento telúrico tuvo lugar este martes, generando preocupación entre los residentes de la zona.
El reporte preliminar de las autoridades indica que el sismo se originó a las 03:10 de la madrugada (hora local). El epicentro se localizó a unos 28.0 kilómetros al Sureste de Copiapó, a una profundidad considerable de 93.0 kilómetros. Las coordenadas geográficas precisas del epicentro fueron establecidas en -27.585 grados de latitud y -70.182 grados de longitud.
src=»https://img.infobae.com/2021/12/16/1754796_932x524.jpg» alt=»Terremoto en Chile»>
Es fundamental recordar la importancia de obtener información sobre eventos sísmicos únicamente de fuentes oficiales. Ante la ocurrencia de un temblor, la ciudadanía debe evitar la propagación de rumores y noticias falsas que puedan generar alarma innecesaria.
Tras un sismo, se recomienda seguir una serie de precauciones:
- Inspeccionar su hogar en busca de posibles daños estructurales.
- Utilizar el teléfono celular solo en casos de emergencia para no saturar las líneas.
- Evitar el encendido de cerillos o velas hasta asegurarse de que no haya fugas de gas.
- Mantenerse alerta ante la posibilidad de réplicas, especialmente después de un movimiento telúrico de consideración.
La preparación es clave ante la imprevisibilidad de los sismos. Algunas medidas esenciales incluyen:
- Desarrollar un plan de protección civil familiar.
- Organizar simulacros de evacuación periódicos.
- Identificar las zonas de seguridad dentro de su hogar, lugar de trabajo o estudio.
- Tener lista una mochila de emergencia con suministros básicos.
Durante un terremoto, la calma es primordial. Ubíquese en un lugar seguro, aléjese de objetos que puedan caer, y evite el uso de ascensores, las cajas de escaleras y los marcos de las puertas.
Si se encuentra en un vehículo, deténgase de forma segura y apártese de edificios, árboles y postes. En zonas costeras, es vital abandonar la playa y buscar refugio en zonas elevadas ante la remota posibilidad de un tsunami. Las personas en sillas de ruedas deben frenar sus ruedas y proteger cabeza y cuello.
El Cinturón de Fuego del Pacífico: Un Gigante Geológico
Chile se posiciona como uno de los países con mayor actividad sísmica a nivel mundial, una realidad atribuida directamente a su compleja geografía y tectónica. Su ubicación dentro de una zona de alta liberación de energía, marcada por la constante convergencia de la «Placa de Nazca» y la «Placa Sudamericana» en la denominada zona de subducción, lo sitúa en el corazón del Anillo de Fuego del Pacífico.
Este cinturón, que rodea la cuenca del océano Pacífico, es reconocido globalmente por concentrar la mayor cantidad de volcanes y ser escenario de la inmensa mayoría de los terremotos del planeta. Se estima que reúne el 75% de los volcanes del mundo y más de 450 estructuras volcánicas activas. Además, es el lugar donde ocurren aproximadamente el 90% de la actividad sísmica global y el 81% de los terremotos más fuertes registrados.
No es de extrañar que Chile, según datos del Departamento de Gestión de Riesgos en Emergencias y Desastres, sea el país donde ha ocurrido el 50% de los tsunamis de los que se tiene registro histórico a nivel mundial.
El Anillo de Fuego del Pacífico se extiende a lo largo de las costas del Pacífico, comenzando en Chile, atravesando Centroamérica y México, ascendiendo por la costa de Estados Unidos hasta las Islas Aleutianas. Luego, desciende por las costas de Rusia, Japón, Taiwán y Filipinas, hasta llegar a Nueva Zelanda.
Entre los volcanes más destacados en esta región, y que han protagonizado erupciones de gran magnitud con impactos devastadores, se encuentran el Krakatoa en Indonesia, el Monte Fuji en Japón, el Monte Santa Elena en Estados Unidos, el Chichón en México y el Nevado del Ruiz en Colombia, entre otros.
A pesar de la frecuencia de eventos sísmicos y erupciones volcánicas en esta zona, es un mito la idea de que el Anillo de Fuego pueda «activarse» de forma coordinada. En realidad, cada evento sísmico o actividad volcánica es, en su mayoría, independiente de los demás, sin una relación directa que pueda desencadenar una reacción en cadena masiva.
Fuente: Infobae