Ranas Japonesas: ¿El Secreto Anti-Veneno Contra la Avispa Asesina?

En un giro inesperado para el reino animal, la rana japonesa de estanque de manchas negras (Pelophylax nigromaculatus) ha demostrado una asombrosa capacidad para neutralizar a la temida avispa gigante del norte (Vespa mandarinia), también conocida como «avispa asesina». Los hallazgos, publicados recientemente, revelan que estos anfibios pueden consumir a estos temibles insectos, incluso después de recibir múltiples picaduras que serían fatales para la mayoría de las criaturas.

El ecólogo Shinji Sugiura, de la Universidad de Kobe, ha sido el principal artífice de esta revelación científica. Su investigación, que abre nuevos horizontes en el estudio de las adaptaciones biológicas, sugiere que estas ranas poseen una resistencia excepcional a venenos que paralizan a otros animales.

Un Experimento Sorprendente con Depredadores y Presas

El estudio se diseñó de manera minuciosa, exponiendo a un grupo de 45 ranas japonesas a tres tipos de avispas: la gigante del norte, la avispa amarilla y la avispa de ventilación amarilla. A cada rana se le presentó una avispa.

Los resultados fueron contundentes: un impresionante 79% de las ranas consumieron la avispa gigante del norte, mientras que el 87% hizo lo propio con la avispa amarilla y un rotundo 93% con la avispa de ventilación amarilla. Lo más notable es que, a pesar de ser picadas en áreas sensibles como la boca, la lengua y los ojos, las ranas no mostraron signos de daño ni intentaron expulsar a sus presas.

Shinji Sugiura, autor principal del estudio publicado en la revista Ecosphere, enfatizó la singularidad de esta tolerancia. «Mientras que un ratón de tamaño similar puede morir por una sola picadura, las ranas no mostraron daño alguno, incluso tras ser picadas repetidamente», señaló, destacando la extraordinaria capacidad de supervivencia de estos anfibios.

Esta fascinante resistencia no surgió de la nada. Investigaciones previas ya habían detectado restos de avispas en los estómagos de ranas, y se sabía que estos anfibios toleran el veneno de otros himenópteros, lo que alimentó la curiosidad científica.

La avispa gigante del norte, famosa por su potente veneno y su capacidad para aniquilar colmenas de abejas, encuentra en la rana un inesperado depredador natural

El Misterio de la Tolerancia: Una Adaptación Evolutiva Clave

La ciencia apunta a que la mayor tolerancia de los anfibios a venenos y toxinas podría estar ligada a su propia producción de sustancias defensivas. «Muchas especies [de anfibios] producen sus propias toxinas», explica la hipótesis.

El biólogo Brian Gall, de Hanover College, también ha observado comportamientos similares. En sus experimentos, sapos americanos y de Fowler demostraron gran resiliencia al ingerir hormigas de terciopelo, insectos conocidos por su aguijón potente y exoesqueleto resistente. Gall destaca que «los anfibios parecen tener el armamento perfecto para consumir presas peligrosas», al engullirlas enteras y recubrirlas con mucosidad.

Según la teoría de Sugiura, el veneno de la avispa gigante podría estar evolutivamente diseñado para disuadir principalmente a depredadores como aves y mamíferos, que son sus presas más habituales. Los anfibios, como la rana japonesa, al no representar una amenaza frecuente para la avispa, habrían desarrollado una resistencia natural que les permite explotar esta fuente de alimento sin sufrir las consecuencias letales que afectaría a otros animales.

La tolerancia de algunos anfibios a toxinas mortales cuestiona las ideas previas sobre depredación y defensa, y podría tener implicancias médicas a futuro

La avispa gigante del norte, el especimen más grande de su tipo a nivel mundial, generó gran alarma en Norteamérica tras su detección hace seis años. Las autoridades implementaron esfuerzos de erradicación, logrando declararla eliminada en Estados Unidos en diciembre de 2024. Es importante recordar que una sola picadura de esta avispa puede ser letal para un ratón, y un pequeño grupo es capaz de aniquilar colmenas enteras de abejas melíferas.

Implicaciones Médicas: Del Estanque al Laboratorio

Este descubrimiento sobre la resistencia de la rana japonesa al veneno de la avispa gigante no solo redefine nuestra comprensión de las interacciones depredador-presa, sino que también abre un abanico de posibilidades para aplicaciones médicas.

Sugiura ha expresado su interés en profundizar la investigación, explorando si estas ranas pueden sobrevivir a las picaduras de otros animales venenosos y determinar los límites de su increíble tolerancia. El objetivo es desentrañar los mecanismos fisiológicos detrás de esta defensa natural.

En el futuro, comprender estos mecanismos podría sentar las bases para el desarrollo de tratamientos innovadores que aborden el dolor y la inflamación en humanos, demostrando una vez más cómo la naturaleza guarda soluciones sorprendentes.

Fuente: Infobae

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