La pregunta del millón para los próximos graduados de colegio: ¿qué camino profesional tomar para asegurar un futuro laboral sólido y no ser desplazado por la inteligencia artificial? En este contexto, figuras como Sam Altman, el cerebro detrás de ChatGPT, se convierten en guías para vislumbrar el panorama de las profesiones venideras.
En una reveladora conversación, el CEO de OpenAI lanzó una advertencia clara: los puestos de trabajo enfocados en el soporte al cliente, tanto a nivel telefónico como tecnológico, serían los primeros en sentir el impacto de la automatización. La IA ya demuestra una eficiencia superior en estas tareas, superando las capacidades humanas.
Esta predicción no es un hecho aislado. Un estudio global de Salesforce corrobora la tendencia, señalando que la inteligencia artificial no solo agiliza las decisiones, sino que está reconfigurando la forma en que los equipos de atención al cliente gestionan su tiempo y desarrollan sus trayectorias profesionales.

Actualmente, se estima que un 32% de las consultas de atención al cliente son resueltas por IA. Las proyecciones apuntan a que esta cifra podría dispararse hasta un 55% para el año 2027, evidenciando la rápida adopción de estas tecnologías.
El Rol Humano Indispensable Frente a la IA
A pesar de las visiones más extremas, como las de Elon Musk, quien anticipa que la IA superará a médicos y abogados, Altman mantiene una perspectiva matizada. Sostiene que las profesiones que demandan una interacción humana profunda, como las del ámbito de la salud, poseen una mayor resiliencia ante la automatización.
El líder de OpenAI también resaltó la inherente capacidad de adaptación de la sociedad ante los cambios, recordando la respuesta colectiva ante la reciente pandemia de COVID-19 como un claro ejemplo.

Altman considera que la inteligencia artificial representa un «enorme salto evolutivo para la humanidad», al potenciar la productividad, la creatividad y el descubrimiento científico a gran escala.
Puso como ejemplo a los programadores, quienes gracias a la IA pueden generar «mucho más código», elevando significativamente su rendimiento. Sin embargo, advierte que la velocidad de estos avances no necesariamente implica una sustitución masiva de empleos a largo plazo.
Los Peligros Latentes de la Inteligencia Artificial
El empresario no eludió los riesgos existenciales asociados a la IA. Sus mayores inquietudes radican en las «incógnitas desconocidas», especialmente la posibilidad de que la inteligencia artificial facilite la creación de «armas biológicas o pandemias».

Además, lanzó una alerta sobre la habilidad de la IA para producir contenido visual y textual prácticamente indistinguible de la realidad, lo que podría difuminar las líneas entre lo real y lo ficticio.
Como contramedida, Altman propone la implementación de sistemas de verificación, como firmas criptográficas para comunicaciones cruciales o el uso de «palabras clave» específicas para mitigar el fraude.
Voces Alternativas: Bill Gates y el Futuro del Empleo con IA
La visión de Bill Gates complementa el debate sobre el futuro laboral en la era de la inteligencia artificial. Gates identifica tres pilares fundamentales donde la intervención humana seguirá siendo insustituible: programación, biología y energía.

Según el cofundador de Microsoft, «aunque la IA pueda generar código, aún requiere una supervisión humana experta para su correcto desarrollo y aplicación». Esta supervisión es crucial para alinear los sistemas de IA con requerimientos específicos y asegurar la fiabilidad, especialmente en sectores vitales como las telecomunicaciones y la salud.
En el ámbito de la biología, Gates subraya la relevancia de campos como la edición genética, la biotecnología y la medicina de precisión. Ante el surgimiento de nuevas amenazas biológicas, el trabajo de biólogos capaces de afrontar escenarios inéditos y diseñar soluciones innovadoras es más necesario que nunca.
La urgencia de la crisis climática, por su parte, otorga una importancia sin precedentes al sector energético. Gates señala que la búsqueda de alternativas sostenibles, como la captura de carbono y el hidrógeno verde, depende intrínsecamente del ingenio y la formación especializada de los profesionales humanos.
Fuente: Infobae