La partida de la figura icónica del cine, Héctor Alterio, ha resonado profundamente en los ámbitos del cine argentino y español. El aclamado actor Leonardo Sbaraglia, colega y amigo, ha compartido un conmovedor testimonio, ofreciendo una mirada personal sobre la influencia y el legado imborrable que el maestro dejó en su trayectoria y en la cultura.
“Hace tiempo que no coincidíamos”, inició Sbaraglia, recordando la última vez que vio a Alterio en Buenos Aires, presentando un unipersonal, en una velada que también compartió con la hija de Alterio, Malena. “Tengo recuerdos de él que abarcan distintas etapas de mi vida”, añadió, rememorando los inicios de su relación profesional.
Sbaraglia evocó con especial cariño sus colaboraciones en proyectos clave: “Mi primer encuentro fue con Tango Feroz, pero fue con Caballos Salvajes donde forjé una conexión muy significativa con él. Si bien no éramos de confidencias extremas, él era de naturaleza reservada, especialmente en el trabajo. Sin embargo, fuera del set, irradiaba una luz y una generosidad excepcionales”, relató el actor.
El vínculo entre ambos traspasó lo meramente profesional, consolidándose en un lazo de afecto y apoyo mutuo, particularmente cuando Sbaraglia se estableció en España. “Fue una de las personas que, al llegar a España, me abrió las puertas de su hogar y de su familia. Compartíamos tangos, me acompañó a pasear por Segovia junto a mi entonces pareja, Guadalupe, y Tita. Fue una bienvenida, una bendición para mi llegada al país”, rememoró Sbaraglia, subrayando la hospitalidad y calidez de Alterio y su familia.

A lo largo de los años, compartieron escenarios y experiencias que dejaron una marca imborrable en Sbaraglia. “Antes de Caballos Salvajes, estuvimos en Cenizas del paraíso, y posteriormente en Plata quemada. Más tarde, participó en la película española Utopía. Guardo recuerdos que se alojaron para siempre en mi alma”, confesó Sbaraglia, visiblemente conmovido al despedir a su gran compañero y maestro.
Para ilustrar la profunda sensibilidad de Alterio, Sbaraglia compartió una anécdota ocurrida durante el rodaje de Caballos Salvajes: “Recuerdo que mientras filmábamos, y yo aún no había visto La tregua, nos encontrábamos en un descanso viendo la película con Cecilia Dopazo. Le invité a unirse, pero él se mostró reacio inicialmente. Lo vi observando la escena de reojo, apoyado en la puerta de la combi, y debajo de sus gafas oscuras, noté cómo las lágrimas corrían por su rostro. Me impactó profundamente esa emoción suya al ver La tregua, un filme tan significativo para él”, relató Sbaraglia.
El actor también repasó la trascendencia de películas como La Patagonia rebelde y La tregua en la carrera de Alterio, catapultándolo a la fama. “Si bien ya era un actor de renombre, fue con estos dos éxitos que alcanzó una popularidad masiva. Al asistir al Festival de San Sebastián en España, recibió la advertencia de no poder regresar a Argentina debido a las amenazas de la Triple A”, recordó Sbaraglia.
“Es paradójico que justo cuando su reconocimiento y popularidad en Argentina alcanzaban su cúspide, se viera obligado a un exilio permanente”, reflexionó Sbaraglia. Añadió, además, la consagración de Alterio en España: “Realizó trabajos extraordinarios. Películas como El nido, A un dios desconocido, y muchas otras, son testimonios de su inmenso talento”.

En sus reflexiones finales, Sbaraglia resumió la esencia de Alterio: “Considero que hemos perdido no solo a una de las personalidades más impresionantes de nuestra cultura, ni solo a uno de los actores más talentosos de nuestra historia, sino también a un ser humano excepcional”, afirmó en su diálogo.
La noticia sorprendió a Sbaraglia mientras se encontraba en Córdoba, presentando su unipersonal Los días perfectos. En un gesto de profundo respeto y admiración, ha anunciado su decisión de dedicar las próximas funciones a la memoria de Héctor Alterio, un homenaje sentido a quien considera un faro en su camino y en el panorama cultural.
Fuente: Infobae