El jugador, quien tenía vínculo contractual hasta junio de 2026, habría decidido rescindir su relación con el club debido al complejo escenario financiero que vive la institución.
Barco llegó para reforzar el mediocampo eléctrico con proyección a mediano plazo, pero su continuidad quedó en duda tras los recientes episodios de crisis. La plantilla arrastra sueldos pendientes y este miércoles cumplió su segundo día consecutivo sin entrenar, una señal clara del deterioro interno. Y es que el plantel reclama pagos acumulados desde agosto.
A través de su cuenta de Instagram el volante peruano se despidió del bombillo.
Quiero agradecer al hincha, al presidente Jorge Guzmán, a todos los colaboradores del club, cuerpo técnico y sobretodo a mis compañeros, con quienes me llevo los mejores recuerdos durante estos 6 meses muy duros. Les deseo lo mejor y sé que este gran club volverá a ser lo que siempre fue.