La imagen de personas caminando absortas en sus teléfonos es cada vez más familiar en nuestras calles. Sin embargo, este gesto cotidiano, aparentemente inofensivo, esconde riesgos significativos para nuestra salud física y mental, según revelan estudios recientes de instituciones en Estados Unidos, Dinamarca y Nueva Zelanda.
La ciencia advierte que este hábito puede generar distracciones peligrosas, afectar nuestro estado de ánimo e incluso modificar nuestra forma de desplazarnos. En una era dominada por la tecnología, esta práctica cotidiana está transformando nuestra seguridad y experiencia diaria de maneras profundas.
¿Por qué caminar con el celular es un peligro?
El uso del teléfono móvil mientras caminamos se ha normalizado, pero las cifras son reveladoras. Un estudio publicado señala que un considerable porcentaje de personas reconoce la necesidad de reducir el tiempo de uso del móvil, aunque les resulta difícil lograrlo. Esta tendencia, observada globalmente, subraya cómo la inmediatez de nuestros dispositivos nos mantiene conectados permanentemente, incluso durante actividades tan básicas como andar.
Expertos como Wayne Giang, profesor adjunto de Ingeniería en la Universidad de Florida, destacan que este hábito «cambia tu estado de ánimo, tu manera de caminar y tu postura». Muchas personas subestiman el nivel de distracción que experimentan y cuánto se reduce su percepción del entorno al estar pegados a sus pantallas.
La investigación de Giang ha comprobado que quienes caminan con el móvil alteran inconscientemente su locomoción, moviéndose a un ritmo más lento. El experto en biomecánica Patrick Crowley, de la Universidad Técnica de Dinamarca, añade que estas personas «dan pasos más cortos y pasan más tiempo con ambos pies en el suelo». Este cambio en la marcha incrementa notablemente el riesgo de tropiezos y caídas, magnificando el peligro inherente de transitar por la vía pública.
Además de los accidentes, caminar con el teléfono puede entorpecer el flujo peatonal y vehicular, y generar una tensión muscular considerable en cuello y espalda. La postura encorvada que adoptamos al mirar la pantalla afecta negativamente el equilibrio, elevando aún más la probabilidad de sufrir una caída.
El impacto invisible en tu estado de ánimo
Pero los efectos no se detienen en lo físico. La psicóloga Elizabeth Broadbent, de la Universidad de Auckland, ha liderado investigaciones que conectan el uso del celular al caminar con un deterioro del estado de ánimo. Broadbent señala que, mientras que caminar sin distracciones típicamente mejora el bienestar, quienes usan el móvil durante su recorrido no experimentan estos beneficios.
Según la investigadora, las personas que caminaban con sus teléfonos «se sentían menos positivas: menos emocionadas, menos felices, menos relajadas» tras la actividad. Esta observación se alinea con estudios que compararon grupos de caminantes con y sin dispositivos. Los resultados fueron claros: quienes se desconectaron reportaron un estado de ánimo más positivo y un mayor bienestar, mientras que los usuarios de celular mostraron mayores niveles de estrés y menor satisfacción con la experiencia.
Consejos clave para peatones conscientes
Ante estas evidencias, los expertos recomiendan enfáticamente evitar el uso del celular mientras se camina, especialmente si buscas disfrutar de tu entorno o mejorar tu salud mental. Si la consulta es absolutamente necesaria, busca un lugar seguro y apartado, asegurándote de no obstaculizar el paso de nadie.
Priorizar la atención plena al desplazarte no solo te protege de accidentes y lesiones, sino que te permite capitalizar los verdaderos beneficios emocionales y físicos que ofrece una simple caminata. ¡Guarda tu teléfono y reconecta contigo y con el mundo!
Fuente: Infobae