El emblemático Teatro Hidalgo fue el escenario vibrante para la especial noche de «Día de Muertas» de La Más Draga: el séptimo sello. Este evento reunió a las talentosas concursantes, tanto las ya eliminadas como las finalistas, en un ambiente cargado de emociones, confrontaciones y momentos sorprendentes, marcando la antesala a la esperada gran final del 16 de diciembre.
Bajo la conducción de Alexis 3XL, la velada se transformó en un cuadrilátero de diálogos donde las reinas del drag tuvieron la oportunidad de enfrentarse cara a cara. Se abordaron las polémicas más candentes y se expresaron sinceros agradecimientos ante un público entusiasta que no escatimó en mostrar su apoyo o desaprobación a lo largo de la noche.
Uno de los instantes que más resonó fue la aparatosa caída de Nayla Downs sobre la pasarela. Sin embargo, demostrando una resiliencia admirable, la finalista se levantó de inmediato, ganándose una ovación y el clamor de su nombre por parte de la audiencia presente.
La dinámica de la noche se estructuró con una ronda de preguntas que inició con Paty Piñata, la primera eliminada. Fue cuestionada sobre las críticas que recibió en relación a su desempeño. Posteriormente, Oslo tuvo que responder sobre su desencuentro con la exconcursante Purga. Visiblemente conmovida, Oslo compartió la dolorosa ausencia de sus padres en el capítulo temático de familias, dedicando palabras de agradecimiento a su prima Martha y reflexionando: “Todos tenemos una Marta en nuestra vida, como personas LGBT+ y se agradece demasiado”.
La controversia siguió su curso con Gretta Grim, quien enfáticamente negó haber filtrado información sobre las eliminaciones, defendiendo a capa y espada su trayectoria en el show. Ricura Santana se alzó con el reconocimiento de “La sonrisa de la temporada” y compartió sus vivencias al encarar las críticas del público. Axelle de Vil expuso su estrategia de evitar conflictos, mientras que Brighty Stun lamentó la escasa resonancia en su natal Matamoros, aunque reiteró su profunda gratitud por el apoyo recibido.
La tensión escaló con las firmes declaraciones de Caos Lasciva, quien sintió que su eliminación fue injusta, especialmente tras las observaciones recibidas al desfilar con su pareja en el episodio dedicado a las familias. Caos alzó la voz para cuestionar la falta de reconocimiento a las parejas dentro de la comunidad LGBT+ y dirigió duras críticas hacia la jueza Nathalia Sosa por sus elevados estándares. Calypso se solidarizó con Caos, coincidiendo en que su salida también resultó injustificada, y apuntó que Deetox y Konny debieron haber sido las eliminadas en el noveno capítulo.
Konny Kortez asumió la responsabilidad por sus propios altercados, reconociendo su error al reaccionar con enojo ante el regreso de Nayla Downs y aclarando que el conflicto ya había sido superado con la persona afectada. Por su parte, Candela Yeye desgranó los complejos retos emocionales afrontados durante la competencia, enfatizando la precaria asistencia de su equipo de vestuario, lo que la obligó a improvisar en múltiples ocasiones, incluso en el importante episodio junto a su madre.
Entre las finalistas, Moon manifestó con orgullo su posición como la primera colombiana en llegar a la final de La Más Draga y desmintió cualquier tipo de roce con el panel de “venenos” (Veneno, Tóxico y Venenito). Tulsa, consultada sobre los percances en la posproducción que la afectaron, aseguró haberlos tomado con humor y serenidad.
El duelo entre Nayla Downs y Deetox Alanis se convirtió en uno de los picos dramáticos de la noche. Nayla, con un gesto simbólico, le entregó unos huevos a Deetox, haciendo alusión a un incidente previo, y le obsequió un vestido corte sirena, como una sutil burla a las críticas sobre su figura. Además, presentó una máscara inspirada en Deetox, en respuesta a señalamientos de falsedad. El público respondió a la magistral intervención de Nayla con fervor y aclamación.
La tensión se intensificó durante la participación de Deetox Alanis, quien fue objeto de interrupciones y abucheos constantes. Nayla Downs tuvo que intervenir para intentar apaciguar los ánimos, provocando que la audiencia coreara enérgicamente: “Ella ya ganó”. Sorprendentemente, Deetox expresó su disposición a renunciar a su lugar en la final por alguna de las concursantes eliminadas, propuesta que no fue aceptada por la producción del programa.
Finalmente, la velada concluyó dejando un intrigante rumor: la posible inclusión de Calypso como finalista secreta. Este enigma se desvelará en la esperada gran final del 16 de diciembre, un evento que promete estar repleto de sorpresas inolvidables.
Fuente: Infobae