En Cumbayá, en el noroccidente de Quito, Aneta, una escuela de conducción con más de 75 años de experiencia, recibió a un grupo de estudiantes de educación básica y bachillerato para compartir un conversatorio.
En esta cita, el eje central fue capacitar a los jóvenes en educación vial y promover, desde pequeños, una conducción responsable.
Allí, su gerente, Gorky Obando, quien expuso estadísticas, números y varios comentarios alrededor de los 60.000 siniestros de tránsito contabilizados desde el 2018 hasta la fecha en el país y que han dejado cerca de 20.000 muertos en las vías.
También estuvo María del Carmen de la Torre, madre de familia, quien perdió a su hijo en un siniestro y, a raíz de aquel fatal incidente, fundó la Fundación Karuna – Corazones en el cielo.
Esta institución busca llevar un mensaje de prevención a todas las personas y, en especial, a la juventud ecuatoriana.
Los estudiantes de todas las edades escucharon con atención los testimonios, hasta que María del Carmen dijo: “Mi hijo pasó 17 días en terapia intensiva y un 3 de enero, falleció”.
Unos se volvieron a ver entre ellos, otros expusieron gestos de sorpresa y a algunos se les llenaron de lágrimas los ojos.
En ese instante nació la pregunta: ¿cómo se puede vivir sin un hijo o sin una madre o padre?
El hijo de María del Carmen, Marco Zurita (+), estaba esperando un taxi en la avenida República y 6 de Diciembre, luego de un intercambio de regalos en las festividades de Navidad.
“Un conductor se subió a la vereda, a qué velocidad estaría yendo, y le arrastró 70 metros. Le atropelló, le arrolló, le lesionó sus órganos internos y un 3 de enero falleció. Entonces, madres como yo, porque habremos un montón, que creemos que estas fechas (Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Siniestros de Tránsito) no son nada bonitas”, contó María del Carmen.
Problema exige corresponsabilidad
Gorky Obando, gerente general de Aneta, aseguró que es responsabilidad de todos contribuir para prevenir este tipo de eventos.
“Necesitamos contribuir para generar una cultura vial, eso es fundamental. Ser responsables, tanto peatones como conductores, y la única manera de salir adelante es creando una verdadera conciencia en la movilidad”, sostuvo Obando.
Para Gorky, el hermetismo de la municipalidad no ha permitido avanzar en proyectos que puedan mitigar estos eventos y establecer parámetros claros de lo que se debe hacer en vías de alto riesgo.
“Nosotros tenemos un estudio de las causas principales de la alta siniestralidad en la avenida Simón Bolívar. Trajimos dos expertos argentinos para realizar estudios que ahora están terminados, pero al solicitar una cita con el alcalde para entregarle este examen y ver en qué grado podríamos aportar, no hemos recibido una respuesta favorable, igual al secretario de Movilidad, quien ni siquiera nos ha contestado. De tal manera, es importante que abran las puertas y nos escuchen”, apuntó el principal de la entidad privada.
Asimismo, señaló que el problema no se soluciona con sanciones duras, sino con educación.
“Nosotros acabamos de ganar un concurso internacional del mejoramiento en movilidad, haciendo un control integral a conductores de 100 cooperativas de transporte interprovincial para hacer una evaluación completa en conocimientos, evaluación psicológica, psicosensométrica, teórica y práctica para determinar un diagnóstico y establecer un plan de trabajo para cada conductor”, contó Gorky.
Este examen valoró audición, visión y reflejos, arrojando que una gran mayoría de choferes tienen fallas en su nivel de visión y audición, lo que podría estar causando un inconveniente al volante.
Adicionalmente, él explicó que la reacción al conducir debe ser en 2 segundos, sin embargo, los conductores profesionales sometidos a pruebas respondieron a los 4 o 5 segundos, tiempo de sobra para que ocurra un siniestro de tránsito.
“Nosotros vamos a pedir a la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) para determinar cuáles son las cooperativas o compañías que participen en este programa y que se obligue, porque a lo mejor algunas no querrán, pero deben saber que no les va a costar un centavo, todo el costo lo asumirá Aneta. Esto mejorará al conductor en su capacidad, habilidad y aptitud”, contó Gorky.
Unidad móvil para educar al país
En medio de una casa abierta desarrollada por la empresa, el gerente brindó detalles de uno de los últimos proyectos que ha venido tomando forma en pro de mejorar la educación vial: una unidad móvil para enseñar sobre seguridad vial.
“Esta unidad pertenecía a un actor francés. Él usaba esta cabina para temas de filmación, nosotros la compramos en Europa y la habilitamos para un aula. Tiene una capacidad para 25 estudiantes, escalerilla automática para personas con discapacidad, tiene baño, bar y una oficina administrativa. Lo que hacemos es recorrer todo el país para capacitar a niños y jóvenes gratuitamente en temas de educación y seguridad vial”, concluyó el gerente.
Esta unidad móvil se encuentra en mantenimiento en la oficina de la avenida Gaspar de Villaroel hasta que concluya la habilitación de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) para que el automotor pueda tener los permisos necesarios para ingresar a escuelas y colegios públicos y privados, a fin de enseñar sobre educación vial.
La docente rectora de la institución British School Quito, Patricia Tufiño, también brindó su opinión al respecto de este problema. Contó lo que están realizando desde la academia para contribuir con la sociedad, esperando que en algún momento las autoridades tomen más consideración a la seguridad vial y la incluyan en el pénsum académico de cada unidad educativa.
“Nosotros desde el colegio, cada grado, desde los más pequeños, tienen que tratar un tema de inserción curricular con educación vial. Todas las áreas estamos integradas para que, a través de las actividades que hacemos en clase, ellos hagan conciencia”, manifestó la docente. (I)
Fuente: El Universo