Depresión: Antiinflamatorios podrían ser clave en nuevos tratamientos

La depresión afecta a más de 400 millones de personas a nivel mundial, y para muchos, los tratamientos convencionales no ofrecen el alivio esperado. Ahora, un equipo de investigadores de la prestigiosa Universidad de Harvard y otras instituciones académicas de Estados Unidos ha descubierto un potencial prometedor en los antiinflamatorios. Su estudio sugiere que estos fármacos podrían ser una herramienta valiosa para reducir los síntomas depresivos y la anhedonia en pacientes que presentan niveles elevados de inflamación.

Publicado en la influyente revista científica American Journal of Psychiatry, este trabajo profundiza en la conexión entre la inflamación y la depresión. Tradicionalmente, los pacientes con depresión han sido tratados principalmente con antidepresivos. Sin embargo, esta investigación abre la puerta a considerar terapias que actúen directamente sobre la respuesta inflamatoria del cuerpo.

Investigadores de Harvard y otras universidades hallan que los antiinflamatorios reducen síntomas depresivos en pacientes con inflamación elevada (Imagen Ilustrativa)

La investigación fue liderada por figuras destacadas como el doctor Naoise Mac Giollabhui, junto a Richard Liu, Annelise Madison, Melis Lydston, Emma Lenoel Quang y Andrew Miller. Estos científicos forman parte de eminentes centros como la Facultad de Medicina de Harvard, la Unidad de Psiquiatría del Hospital General de Massachusetts, la Universidad de Michigan y la Universidad Emory.

En declaraciones recientes, el doctor Naoise Mac Giollabhui, quien encabezó el estudio desde Harvard, reconoció el potencial de los tratamientos antiinflamatorios para el futuro. No obstante, advirtió sobre la necesidad de cautela, indicando que «no creo que estemos preparados para eso en este momento». La razón principal es que algunos de los antiinflamatorios más potentes conllevan riesgos significativos en el uso a largo plazo. Esto es particularmente preocupante, dado que la depresión a menudo se manifiesta en edades tempranas de la vida, lo que haría inadecuados estos medicamentos para quienes más los necesitan.

Naoise Mac Giollabhui es investigador en el Departamento de Psiquiatría del Hospital General de Massachusetts y en la Facultad de Medicina de Harvard. Hace estudios sobre salud mental y biología de la depresión

A pesar de estos desafíos, Mac Giollabhui destacó la importancia del hallazgo: «Lo interesante es que este artículo… destaca el potencial de las estrategias antiinflamatorias». El siguiente paso crucial, según el científico, es «necesitamos más investigación centrada en comprender mejor qué mecanismos inmunitarios impulsan la depresión e identificar intervenciones… que estén dirigidas a esos mecanismos de disfunción específicos».

La Inflamación: Un Vínculo Creciente con la Depresión

La relación entre la depresión y la inflamación crónica de bajo grado ha sido objeto de estudio durante décadas. Diversas investigaciones han observado que un número significativo de personas con depresión presentan alteraciones en sus marcadores inmunológicos, lo que apunta a una base biológica compartida. Los ensayos clínicos previos para evaluar antiinflamatorios en pacientes con depresión han arrojado resultados dispares, lo que llevó a los expertos a hipotetizar que la efectividad podría depender de la presencia de inflamación en el paciente.

La investigación incluyó solo adultos con depresión y niveles altos de proteína C reactiva, un marcador clave de inflamación

Por ello, el equipo de Harvard y sus colaboradores se propusieron analizar específicamente si los antiinflamatorios podían ser efectivos en la reducción de los síntomas depresivos y la anhedonia (la incapacidad para sentir placer), pero únicamente en aquellos pacientes con inflamación elevada.

Metodología del Estudio: Un Análisis Riguroso

Para llevar a cabo su investigación, los científicos realizaron una revisión sistemática y un meta-análisis. Para ello, examinaron todos los ensayos clínicos aleatorizados disponibles hasta febrero de 2025. Un criterio de selección fundamental fue incluir únicamente estudios que involucraran a adultos con síntomas depresivos y marcadores de inflamación elevados. Específicamente, se consideró una proteína C reactiva (PCR) igual o superior a 2 miligramos por litro, un umbral reconocido internacionalmente para detectar inflamación.

El estudio, publicado en American Journal of Psychiatry, analizó la relación entre depresión, inflamación y respuesta a antiinflamatorios

En total, se identificaron 11 ensayos clínicos que incluyeron a 321 personas diagnosticadas con depresión y con evidencia de inflamación elevada. En todos estos estudios, los efectos de los medicamentos antiinflamatorios fueron comparados con los de un placebo.

Los resultados fueron alentadores: los pacientes que recibieron tratamiento antiinflamatorio mostraron una disminución significativa tanto en los síntomas depresivos como en la anhedonia en comparación con el grupo placebo. Esta mejora se mantuvo consistente en este subgrupo, independientemente de sus características clínicas, demográficas o del tipo específico de antiinflamatorio utilizado. Si bien no se observaron diferencias notables en las tasas de remisión general, sí hubo una clara reducción en la gravedad de los síntomas.

Los antiinflamatorios demostraron reducir la anhedonia y los síntomas depresivos en pacientes con inflamación, frente al placebo

Desafíos y Futuras Direcciones

Un punto a considerar es que algunos de los antiinflamatorios empleados en los estudios no son ideales para un uso continuado debido a sus efectos adversos potenciales. El equipo de investigación reconoce la necesidad de abordar los desafíos para optimizar estas terapias y mitigar los riesgos asociados. Los hallazgos sugieren la existencia de un «subtipo de depresión caracterizado por un sistema inmune desregulado que podría tratarse con medicamentos antiinflamatorios y cambios en el estilo de vida».

El equipo científico recomienda desarrollar biomarcadores inmunológicos más precisos para identificar a quienes pueden beneficiarse de antiinflamatorios

En sus recomendaciones, los científicos enfatizan la importancia de desarrollar biomarcadores inmunológicos más precisos que permitan identificar mejor a los pacientes que podrían beneficiarse de los tratamientos antiinflamatorios. Asimismo, es fundamental perfeccionar las terapias para que actúen de manera específica sobre la fisiología inflamatoria alterada.

El doctor Mac Giollabhui señaló que, si bien la medición de la proteína C reactiva es accesible, «puede elevarse por muchas causas ajenas a la depresión». Por ello, se busca «precisar mejor qué pacientes tienen depresión inflamatoria«, una condición que puede manifestarse con síntomas como baja energía, alteraciones del apetito y del sueño.

El doctor Marcelo Cetkovich, vicepresidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP), corroboró la relevancia de estos hallazgos. «Hace mucho tiempo que se estudia y se sabe que las citocinas proinflamatorias… están activadas en personas con depresión, igual que en otras enfermedades inflamatorias», comentó. Cetkovich subrayó que los resultados de la revisión «son valiosos: muestran que es muy probable que debamos comenzar a tener en cuenta el estado inflamatorio de las personas para tratar la depresión, y es posible que el uso de antiinflamatorios en estos pacientes sea relevante».

Algunos antiinflamatorios presentan efectos adversos graves, lo que limita su uso regular en el tratamiento de la depresión con inflamación

Este importante estudio recibió financiación del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, la Fundación L.I.F.E., la Universidad de Harvard y el Hospital General de Massachusetts.

La anhedonia es la incapacidad para sentir placer o disfrutar de actividades que antes resultaban agradables. Es uno de los síntomas principales de la depresión

Fuente: Infobae

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