Un año después de haberse convertido en el afortunado ganador de un lujoso Lamborghini Urus S morado, obsequio de la reconocida artista Shakira, el joven Michael Mejía, proveniente de Ibagué, Colombia, ha decidido compartir los detalles de su experiencia con el icónico vehículo.
El automóvil, bautizado por su vibrante color «viola nebula» y su placa personalizada «Loba», prometía ser un antes y un después en la vida de Michael. Sin embargo, como él mismo ha revelado, su historia con este símbolo de resiliencia de la barranquillera fue mucho más fugaz de lo que se esperaba.
Fue en noviembre de 2024 cuando Shakira lanzó la convocatoria que cautivó a miles de seguidores, regalando este llamativo Lamborghini. Michael, con un diseño propio, se alzó como el vencedor, acaparando la atención mediática a nivel nacional e internacional. El vehículo, con un valor estimado de USD 240.000 (aproximadamente 2.000 millones de pesos colombianos), no solo era un objeto de deseo, sino que también representaba un nuevo comienzo para la intérprete de «Monotonía», habiéndolo utilizado en el videoclip de su tema Soltera.
En diciembre del mismo año, Michael recibió las llaves del codiciado auto en el programa Despierta América de Univisión, acompañado de un incentivo económico de USD 90.000 para sus gastos iniciales. No obstante, el tiempo trajo consigo una perspectiva diferente para el joven artista, quien compartió sus reflexiones en su cuenta de Instagram.
El sorprendente destino del «Loba»
«Hace un año me cambiaste la vida. Ganarme este premio no solo me brindó tranquilidad financiera, sino que unió aún más a mi familia», expresó Mejía en sus redes sociales, destacando el impacto positivo en su entorno familiar.
A pesar de la atención global y las expectativas generadas, Michael confesó que la experiencia lo llevó a confrontar la opinión pública y a fortalecer su seguridad interior. «Tuve que confrontar al mundo entero opinando sobre mí y conectar con una seguridad interior profunda. Ahora, más que nunca, valoro la privacidad y los momentos fuera de estas pantallas», añadió.
La decisión más impactante, sin embargo, fue la venta del vehículo. «Tu carrito lo vendí, ahora está en muy buenas manos, nada más y nada menos que en África«, reveló Michael, sorprendiendo a muchos de sus seguidores.
El Lamborghini, que para Shakira simbolizó su renacer emocional, ahora rueda en el continente africano, lejos del foco mediático que lo rodeó en su momento. Curiosamente, Michael hizo una alusión a la icónica canción Waka Waka, himno del Mundial de FIFA 2010 celebrado en Sudáfrica, conectando así el destino del auto con uno de los mayores éxitos de la artista.
La mención a Waka Waka cobra relevancia dado que esta canción sigue siendo parte fundamental de la carrera de Shakira, quien la interpreta en su actual gira Las mujeres ya no lloran, que recorre Latinoamérica.
Michael aprovechó para expresar su gratitud a Shakira: «Gracias mil gracias por tanto. Espero verte pronto y poder sentarnos y hablar un día sobre todo esto, sobre el arte y poder crear juntos, ese es mi sueño».
Finalmente, el joven artista concluyó explicando la difícil pero necesaria decisión de vender el vehículo: «Tuve que entender que el desapego es la herramienta más poderosa para poder sanar y crecer. Lloré en tu carro, y también sané«. Su historia es un recordatorio de que las oportunidades, aunque deslumbrantes, también implican crecimiento personal y nuevas perspectivas.
Fuente: Infobae