Rostro Delata Estrés: Señales de Cortisol Alto

En nuestro cuerpo, existe una hormona esencial llamada cortisol, producida por las glándulas suprarrenales, situadas justo encima de nuestros riñones. Su función principal es responder al estrés, pero también juega un papel crucial en la regulación del metabolismo, el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico y la calidad de nuestro sueño.

Si bien un nivel equilibrado de cortisol es vital para diversas funciones corporales, un exceso puede generar complicaciones significativas, afectando negativamente múltiples aspectos de nuestra salud.

Expertos en endocrinología señalan que los niveles elevados de esta hormona se asocian con una serie de problemas, como el aumento de la presión arterial, la acumulación de grasa en la zona abdominal, un sistema inmunológico debilitado, picos en los niveles de glucosa en sangre y dificultades para dormir.

Estar atentos a estas señales es fundamental. Y, aunque no siempre es evidente, nuestro rostro puede convertirse en un claro indicador de que algo no anda bien con nuestros niveles de cortisol.

Esta manifestación visible en la cara, que algunos especialistas denominan la «cara de cortisol», se caracteriza por la aparición conjunta de varios indicios que pueden delatar un exceso de esta hormona en nuestro organismo.

El cortisol es una hormona clave producida por las glándulas suprarrenales y vinculada al estrés y al metabolismo. (Noticiero Médico)

¿Cómo se manifiesta el exceso de cortisol en tu rostro?

Las consecuencias de tener niveles elevados de cortisol pueden ser sorprendentemente visibles en nuestro rostro. A continuación, presentamos algunas de las señales más comunes:

Es importante destacar que la presencia de dos o más de estos signos, en conjunto, podría indicar un problema, más allá de un síntoma aislado.

  • Rostro redondeado o «cara de luna llena»: Caracterizado por un ensanchamiento y una apariencia más redonda en la cara.
  • Aumento del acné: El cortisol en exceso puede potenciar la producción de grasa en la piel, exacerbando brotes de acné.
  • Hinchazón facial: La retención de líquidos puede hacer que nuestro rostro luzca visiblemente más inflamado.
  • Piel más fina y frágil: El cortisol puede afectar la calidad de la piel, volviéndola más delgada y propensa a moretones.
  • Enrojecimiento o rubor recurrente: Episodios frecuentes de enrojecimiento en la cara podrían estar relacionados con alteraciones hormonales.
  • Aparición de vello facial: En algunos casos, especialmente en mujeres, niveles altos de cortisol pueden estar asociados con un crecimiento inusual de vello facial.

Ante la presencia de estos signos, resulta recomendable consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y un abordaje adecuado.(Imagen Ilustrativa Infobae)

Otras señales de alarma del cortisol alto que no debes ignorar

Más allá de los cambios faciales, existen otras manifestaciones importantes de un exceso de cortisol que requieren nuestra atención:

  • Incremento de la grasa abdominal: Notarás una mayor acumulación de tejido graso específicamente en la zona del vientre.
  • Dificultad para dormir: Problemas persistentes para conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche.
  • Cansancio crónico: Una sensación de fatiga que no desaparece, incluso después de haber descansado.
  • Alteraciones del estado de ánimo: Episodios recurrentes de ansiedad, irritabilidad o sentimientos de depresión.
  • Debilidad muscular: Pérdida notable de fuerza o masa muscular, especialmente en extremidades.
  • Cicatrización lenta: Las heridas en el cuerpo pueden tardar un tiempo considerable en sanar.
  • Mayor propensión a resfriados e infecciones: El sistema inmunológico se ve comprometido, haciéndonos más vulnerables a enfermedades comunes.
  • Presión arterial elevada: Un aumento sostenido en los valores de la tensión arterial.
  • Problemas de concentración y memoria: Dificultades para mantener la atención o para retener información.
  • Menstruación irregular: Alteraciones en el ciclo menstrual en mujeres.

La presencia de estos síntomas podría indicar un desequilibrio hormonal que requiere una evaluación médica profesional. Es crucial buscar un diagnóstico certero para identificar la causa subyacente y establecer el tratamiento más adecuado para recuperar el bienestar.

Fuente: Infobae

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