El combinado nacional de handball femenino, conocido cariñosamente como «La Garra», concluyó su participación en el Mundial de la especialidad, celebrado entre Países Bajos y Alemania, con una emocionante y sufrida victoria ante Túnez. El partido, que mantuvo a todos al borde del asiento, culminó con un marcador de 30-29, gracias a un gol sobre la bocina de Giuliana Gavilán que desató la euforia en el equipo argentino.
En los instantes finales del encuentro, disputado en el vibrante escenario del Ahoy Rotterdam, la balanza se inclinaba a favor de Argentina por 29-28, pero la posesión del balón recaía en el conjunto africano. La estrategia defensiva argentina, un sólido 6-0, buscaba resguardar la mínima ventaja y asegurar la primera victoria en la Main Round. Sin embargo, Túnez logró igualar las acciones a 29-29 con apenas 20 segundos por jugar, añadiendo un último matiz de drama al desenlace.
La dinámica del cierre del partido añadió más tensión. Tras el empate, Argentina intentó una rápida reanudación, aprovechando la regla que permite el juego sin que todos los oponentes estén en su campo. No obstante, una desafortunada desconexión inicial dificultó la maniobra. La pelota se dirigió hacia el campo rival, y el tiempo continuó su inexorable avance, dejando escasas opciones para una jugada final.
Con el reloj marcando los últimos siete segundos y Túnez replegado en una defensa férrea, La Garra supo reponerse. Fue entonces cuando Elke Karsten, una de las jugadoras más destacadas del torneo para el equipo albiceleste, tomó la iniciativa. Con una precisa asistencia para Gavilán, la pívot logró desmarcarse, girar y lanzar un disparo que encontró la red justo cuando sonaba la chicharra, sellando el agónico triunfo.
El desarrollo inicial del cotejo mostró un claro dominio de Argentina, que se adelantó rápidamente con un parcial de 4-0, manteniendo a Túnez sin remates claros durante los primeros seis minutos. La diferencia se amplió con celeridad, y para el minuto 14, la lateral izquierda Elke Karsten ya sumaba cinco goles, representando la mitad de la anotación de su equipo hasta ese momento.

La efectividad ofensiva argentina rozaba el 63%, contrastando con el 28% de Túnez. A pesar de que las africanas lograron acortar distancias, la arquera Valentina Meucci fue fundamental, deteniendo el 40% de los lanzamientos en la primera mitad. Esto permitió que La Garra se fuera al descanso con una cómoda ventaja de siete goles.
Tras el entretiempo, Túnez mostró una cara más combativa, recortando la diferencia a cinco tantos, con una notable actuación de Fadwa Aouij. El marcador se apretó aún más, llegando a un inquietante 16-20 con veinte minutos restantes. El impulso tunecino se consolidó en el minuto 43, cuando Sondes Hachana Ep Kerkeni anotó su quinto gol, poniendo el marcador 20-21 y amenazando el dominio argentino. La presión ejercida por Túnez provocó que Argentina perdiera momentáneamente el control del juego.
Las porteras tunecinas, Roa Mkadem y Roua Bouida, jugaron un papel crucial para su equipo, deteniendo tres de cuatro lanzamientos de penal y manteniendo viva la esperanza de una victoria africana. A pesar de estos esfuerzos, fue el conjunto albiceleste el que finalmente se alzó con el triunfo gracias a la magistral definición de Gavilán.
Con esta valiosa victoria, Argentina aseguró su primer triunfo en la ronda principal y, como mínimo, el vigesimo puesto en la clasificación general del torneo. El equipo cerró así su participación, mejorando su desempeño con respecto a ediciones anteriores y dejando una imagen de lucha y entrega hasta el último segundo.
Fuente: Infobae