Las conocidas figuras de internet, Andrea Compton y Jedet, han dado un giro inesperado a sus carreras al unirse en la audaz aventura de televisión Hasta el fin del mundo. Lejos de la comodidad de sus seguidores digitales, esta dupla de amigas ha decidido emprender un desafío épico de 16.000 kilómetros, desconectadas del mundo exterior y con un presupuesto sumamente limitado.
En una conversación posterior a la grabación, Andrea Compton reveló que fue Jedet quien la impulsó a participar. «Cuando me lo propuso, pensé que me estaba tomando el pelo. Pero me encanta. Dije que sí al instante«, confesó Compton, demostrando su entusiasmo por la propuesta.
Ambas coincidieron en que la decisión fue sencilla, fundamentada en la profunda confianza mutua que las une. «Soy muy aventurera cuando voy bien acompañada. Sola, no tanto. Pero sabiendo que iba con ella, la respuesta fue un sí rotundo», afirmó la actriz, conocida por su papel en Veneno. La idea de viajar en solitario, según sus palabras, le resulta «un mundo entero».
El inesperado regalo de la desconexión digital
Sorprendentemente, el aspecto menos arduo de esta experiencia televisiva fue la desconexión digital. Ambas expresaron un profundo agradecimiento por la oportunidad de alejarse de los dispositivos electrónicos a los que están permanentemente conectadas por motivos laborales. «No tener el móvil ha sido lo mejor que nos ha pasado en la vida. Ojalá nos lo quitaran cada seis meses o cada dos, de verdad», aseguró Compton. La influencer destacó la alarmante dependencia de los teléfonos en la sociedad actual, lamentando que «acabas nutriendo tus relaciones por llamadas, videollamadas, y hay que volver un poco a los 2000 y verse cara a cara», añadió.
Retos superados y lecciones aprendidas
El programa las obligó a enfrentar situaciones adversas, desde la logística alimentaria hasta la seguridad en sus traslados. Sin embargo, Jedet enfatizó su principal aprendizaje: «Que somos capaces de hacer cualquier cosa. Hemos superado retos y momentos muy complicados que hemos gestionado muy bien, y podemos hacer cualquier cosa después de este programa», relató con convicción.
Por su parte, Andrea bromeó diciendo que Hasta el fin del mundo también les enseñó «que se puede viajar bastante económico por muchos lugares». Su compañera secundó la idea, confirmando que «es oficial que puedes recorrerte 16.000 kilómetros de forma barata. Que duermas y a lo mejor te salga una cucaracha a darte las buenas noches o comas y te salga un pelo para que te lo pongas de extensión, puede ser, pero se supera».
Respecto a las mayores dificultades, Compton señaló: «Llegas a países donde no tienes teléfono, tienes que fiarte de lo que te diga la gente, tienes muy poco dinero y tienes que confiar en que el autobús llegará a su destino o que ese coche que te llevará no te secuestrará. Y eso es lo más difícil». Jedet, en un momento de particular tensión, confesó: «Casi nos secuestran una vez».
A pesar de estos contratiempos, ambas destacaron la solidaridad recibida a lo largo del camino. «Te sorprende mucha gente que te echa una mano. (…) Ha sido todo 50/50», expresó la youtuber.
Una amistad fortalecida
La convivencia durante el concurso no puso a prueba su amistad, ya que están acostumbradas a pasar mucho tiempo juntas en España. «Los 20 años yo los recuerdo en casa de Jedet, en una discoteca, bailando juntas, maquilladas, y luego yendo a ver videoclips de Lady Gaga o de quien fuera ese día, y así en bucle. Es verdad que en otros países no, pero en casas de una y otra hemos convivido muchísimo», explicó Andrea, rememorando sus inicios.
La cantante de Te arrepentirás reconoció que, si bien hubo altibajos durante el viaje, el balance final es sumamente positivo. «Ha habido roces y ha habido momentos preciosos, porque a mí no me gusta idealizar las cosas. (…) Pero tenemos una relación muy bonita; para mí, ella ha sido mi hogar y en los momentos en que quería abandonar, la miraba y pensaba: ‘Vale, todo está bien, está aquí conmigo'».
Anonimato y el fin del ‘hate’ en redes
Cruzar el charco para embarcarse en esta aventura les brindó también un período de relativo anonimato, aunque este se vio interrumpido en algunas etapas de la competición. «Nos han pedido fotos. Yo flipaba, de repente era como: ‘¿Pero por qué nos conocen en Huacachina?'», reveló Jedet, sorprendida por el reconocimiento en lugares inesperados.

Andrea añadió que, si bien para ellas «ha sido genial» pasar desapercibidas, otros concursantes valoraron mucho más el anonimato, como es el caso de Rocío Carrasco. «Es un personaje público que todo lo que dice es perseguido y publicado en la prensa. Y creo que ella sí se ha sentido muy liberada, nos lo ha comentado en varios momentos», opinó la actriz.
Esta vivencia ha transformado la relación de ambas con las redes sociales y, en particular, con el contenido negativo (hate). Ambas prometen no prestarle atención durante la emisión del programa. «No. Cero. Jamás voy a meterme en las redes. Me da igual. Bueno, si la gente nos manda cariño, lo agradecemos, pero es mejor no mirar», aseveró Andrea Compton. Por su parte, Jedet confesó que Hasta el fin del mundo cambió por completo su perspectiva: «No he vuelto a ver ni un comentario de Instagram desde que regresé. Me da igual ya. Este viaje, en ese sentido, me ha cambiado mucho».
Fuente: Infobae