En un choque directo por la clasificación a la Copa Sudamericana, Emelec y Macará cerraron la jornada del segundo hexagonal de LigaPro este lunes en el estadio George Capwell. El conjunto ambateño se impuso 2-0 en un partido marcado por los momentos clave y por la expulsión de Facundo Castelli, que condicionó por completo el desarrollo del encuentro.
Macará llegó a Guayaquil como líder del hexagonal y con cuatro puntos de ventaja sobre los azules, que estaban obligados a ganar para mantenerse en carrera por el primer lugar. Con esa presión, Guillermo Duró apostó por una postura ofensiva: devolvió a Castelli al once tras su recuperación y sorprendió con la inclusión del juvenil de 15 años, Luis Fragozo, en su primera titularidad.
Desde el pitazo inicial, Emelec intentó imponer condiciones, instalándose en campo rival y buscando profundidad por las bandas. Sin embargo, pese al dominio territorial y la circulación de balón, los azules volvieron a mostrar problemas en la última decisión, lo que redujo el peligro sobre el arco de Cristian Correa. La acción más clara llegó al minuto 30, cuando Fragozo, con personalidad y desequilibrio, encaró hacia el centro y sacó un remate que pasó muy cerca del poste.
El punto de quiebre del partido llegó a los 45 minutos. En una pelota dividida, Castelli impactó involuntariamente con los puños la rodilla de Nahuel Arena. Tras revisión en el VAR, el árbitro Anthony Díaz ratificó la tarjeta roja, dejando al Bombillo con diez jugadores. Y el golpe fue doble: apenas tres minutos después, Pablo González filtró un pase impecable a la espalda de la defensa y Federico Paz definió de primera para el 1-0 visitante antes del descanso.
Pese a la inferioridad numérica, Emelec salió con determinación en la segunda parte, consciente de que necesitaba sumar para seguir en la pelea internacional. A los 52 minutos reclamó un penal por mano de José Marrufo, acción que no fue sancionada ni revisada por el VAR. Los eléctricos generaron varias ocasiones claras, pero la falta de contundencia volvió a pasar factura. Y en pleno intento de empate, llegó el golpe final.
Tras un tiro de esquina azul, Macará montó un contragolpe letal: pases largos, transición limpia y un balón que encontró a Janpol Morales. El atacante ganó en velocidad, dejó atrás a Pedro Ortiz tras una mala salida del arquero, definió ante el arco vacío y, aunque Sergio Quintero salvó en la línea, el rebote volvió al propio Morales para sentenciar el 2-0.
El tanto terminó por derrumbar anímicamente a Emelec, que había estado cerca del empate minutos antes. Con un hombre más y el marcador a favor, Macará manejó los tiempos, ajustó líneas y evitó que el local volviera a generar peligro con claridad. El 2-0 se mantuvo y los Celestes regresan a Ambato acariciando el cupo a la Copa Sudamericana, ratificando por qué lideran el hexagonal.