Cuál es la disciplina que frena el deterioro mental y fortalece el cuerpo con bajo riesgo de lesiones

El tai chi, originario de la tradición china, se distingue por la combinación de movimientos suaves y concentración mental. En las últimas décadas, el interés por sus efectos ha trascendido el ámbito cultural y deportivo, atrayendo la atención de la comunidad científica internacional.

Diversos estudios recientes, revisados por Harvard Health, confirman que la práctica del tai chi no solo contribuye al bienestar general, sino que posee un efecto comprobado en la función cognitiva, la salud cerebral y la calidad de vida de adultos mayores.

Evaluación científica: mejoras en la función ejecutiva y prevención de deterioro

Según una revisión de veinte estudios publicada por Harvard Health, la práctica regular de tai chi se asocia con una mejora significativa en la función ejecutiva de adultos sin signos de deterioro cognitivo.

La función ejecutiva comprende habilidades como la multitarea, la organización, la gestión del tiempo y la toma de decisiones. Quienes participan periódicamente en sesiones supervisadas presentan avances tangibles en estos aspectos, lo que sugiere que el tai chi puede ser una herramienta efectiva para mantener y potenciar la agudeza mental con el paso de los años.

La práctica regular de tai chi potencia habilidades como la memoria, la atención y la toma de decisiones en personas sin deterioro cognitivo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Entre personas con deterioro cognitivo leve, los beneficios se amplifican. El tai chi logra ralentizar el progreso hacia la demencia en mayor medida que otros ejercicios físicos comparados, y ofrece mejoras cognitivas similares a entrenamientos específicos orientados a la mente. Esto convierte al tai chi en una alternativa valiosa para adultos mayores con riesgo elevado de deterioro mental.

Un ejemplo destacado es un estudio donde participaron adultos mayores con deterioro cognitivo leve. En esta investigación, los participantes asistieron a sesiones de tai chi dos veces por semana durante seis meses, mientras que el grupo control recibió clases de bienestar general.

Entre adultos con deterioro cognitivo leve, el tai chi reduce el avance hacia la demencia más que otros ejercicios físicos convencionales (Freepik)

Al finalizar el periodo, quienes practicaron tai chi mostraron mejoras significativas en pruebas de memoria, atención y funciones ejecutivas, además de menor deterioro funcional respecto al grupo control. Estos resultados sugieren que el tai chi, más allá de su origen oriental, puede ofrecer beneficios cognitivos concretos en adultos mayores de otras regiones.

Tai chi frente a otras intervenciones

Otra investigación comparó los efectos del tai chi con actividades como caminar, la interacción social y la ausencia de intervención durante cuarenta semanas. Los resultados, evaluados mediante resonancias magnéticas, confirmaron que el volumen cerebral aumentó más en los practicantes de tai chi, quienes además alcanzaron los mejores resultados en pruebas de memoria y habilidades cognitivas. Estos hallazgos refuerzan el valor preventivo de la disciplina para el fortalecimiento de las capacidades cerebrales.

Ventajas adicionales: salud física y emocional

Sumado a los beneficios comprobados en el plano cerebral, Harvard Health resalta que el tai chi promueve una mejora integral del bienestar. Quienes lo practican experimentan reducción de la presión arterial, mejor manejo de la depresión, fortalecimiento muscular y mejora del equilibrio físico.

Al tratarse de un ejercicio de bajo impacto, el riesgo de lesiones es menor que en otros deportes, lo que convierte al tai chi en una práctica accesible tanto para adultos jóvenes como mayores o personas con movilidad reducida.

Investigaciones con resonancia magnética muestran que el tai chi incrementa el volumen cerebral y mejora el rendimiento en pruebas cognitivas

La popularidad internacional del tai chi se debe, en parte, a la creciente evidencia de sus beneficios y a la facilidad con la que se adapta a distintos niveles y edades. Harvard Health menciona que existen recursos especializados, como la guía de Harvard Medical School, que facilitan el aprendizaje progresivo de la disciplina con instrucciones claras, fundamentos históricos y recomendaciones personalizadas.

El tai chi puede aprenderse sin experiencia previa ni equipamiento especializado, y se practica tanto en grupo como individualmente. Esto ha motivado su adopción en centros de salud, residencias para mayores y comunidades de todo el mundo.

¿Cómo integrar el tai chi a la rutina diaria?

Para aprovechar al máximo los beneficios del tai chi, se recomienda establecer una rutina con varias sesiones semanales, adaptando duración y complejidad de los movimientos según las posibilidades de cada persona.

Se puede comenzar con clases presenciales, materiales audiovisuales o recursos de instituciones reconocidas, asegurando una ejecución segura y eficaz. Muchos especialistas sugieren complementar la práctica con ejercicios de fortalecimiento y actividades sociales, potenciando así el bienestar global a largo plazo.

Incorporar el tai chi en la rutina diaria contribuye a preservar la independencia, reducir el riesgo de demencia y mejorar la calidad de vida en la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae)

El conjunto de evidencias reunidas por Harvard Health destaca que incorporar el tai chi en la vida cotidiana contribuye a preservar la función cognitiva, reducir el riesgo de demencia y mantener la independencia en la vejez. La regularidad y la supervisión adecuada, acompañadas de hábitos saludables, potencian los beneficios tanto cerebrales como físicos y emocionales.

En síntesis, el tai chi se consolida como herramienta accesible, segura y científicamente avalada para quienes buscan cuidar activamente su salud mental y general durante el envejecimiento, integrando la sabiduría de prácticas tradicionales en los enfoques modernos de promoción de la salud.

Fuente: Infobae

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