Salvador Plascencia, el médico que confesó haber distribuido ketamina a la estrella de ‘Friends’ Matthew Perry, fue sentenciado este miércoles a 30 meses de prisión.
En julio de este año, Plascencia se declaró culpable de cuatro cargos de distribución de ketamina. El médico de 44 años es el primero de los cinco involucrados en recibir una condena tras la muerte del famoso actor.
Plasencia, quien dirigía una clínica de urgencias en las afueras de Los Ángeles, confesó que le había inyectado ketamina al actor en múltiples ocasiones en su casa y una vez en el asiento trasero de un automóvil estacionado. La ketamina es un anestésico de acción corta que tiene propiedades alucinógenas y que es usado por profesionales en el tratamiento de la depresión.
A la audiencia de sentencia asistió parte de la familia del querido actor, cuya muerte conmocionó a la industria del espectáculo debido a su lucha de larga data contra sus adicciones.
La jueza Sherilyn Peace Garnett señaló que Plasencia y los otros involucrados alimentaron la adicción de Perry, lo que lo condujo a la sobredosis que lo llevó a la muerte. Sin embargo, aclaró Plasencia no suministró la dosis fatal.
Antes de escuchar su sentencia, Plasencia expresó su remordimiento por sus acciones. “Le fallé al Sr. Perry, le fallé a su familia y le fallé a la comunidad. Lo siento mucho”, dijo el médico entre sollozos.
Durante el juicio, la fiscalía citó mensajes de texto de Plasencia con Mark Chávez, otro de los involucrados, en los que se demostraba la intención del médico de lucrar con el actor. Matthew Perry sufrió adicciones durante muchos años, incluso reveló que ya enfrentaba este problema durante el rodaje de ‘Friends’.
De acuerdo con los mensajes citados, Plasencia escribió: “Me pregunto cuánto pagará este idiota. Averigüémoslo”.
Los otros acusados en el caso también esperan sentencia. El asistente del actor Kenneth Iwamasa, quien admitió haber administrado la sustancia el día de la muerte, enfrenta hasta 15 años en prisión; y Mark Chavez, hasta 10 años.
Dos distribuidores —Erik Fleming y Jasveen “La Reina de la Ketamina” Sangha— se declararon culpables de distribuir la sustancia que finalmente provocó la muerte de Perry. Sangha podría enfrentar hasta 65 años de prisión.
Fuente: El Diario NY
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