La situación de El Nacional sigue generando preocupación dentro y fuera de la cancha. Este lunes 24 de noviembre, luego de casi un mes sin actividad, el plantel profesional decidió retomar los entrenamientos, pero lo hizo acompañado de un mensaje contundente: una denuncia pública contra la dirigencia por siete meses de salarios impagos y por condiciones laborales que consideran inapropiadas.
El retorno a la actividad se dio después de un fin de semana marcado por la dura goleada 5-0 sufrida ante Deportivo Cuenca, resultado que profundizó el mal momento deportivo del Bi-Tri. Sin embargo, antes de saltar nuevamente al campo, los jugadores difundieron un comunicado en el que explican por qué, pese a todo, decidieron presentarse a trabajar.
Un regreso con sabor amargo
En el escrito, firmado colectivamente por la plantilla, los futbolistas aclaran que la vuelta a los entrenamientos se da “únicamente por respeto a la institución, a nuestra profesión y a nuestro futuro”. Además, señalan que no cuentan con las garantías básicas para desempeñarse con normalidad y remarcan la ausencia de un acuerdo concreto para saldar la deuda que ya suma siete meses.
El comunicado también detalla que el grupo ha sido sometido a un trato inadecuado en concentraciones y traslados, situación que —según exponen— se suma a la incertidumbre económica que vienen atravesando sin solución alguna por parte de la directiva.
Exigen respuestas y un verdadero compromiso
Ante esta realidad, el plantel hizo un llamado directo a los dirigentes, exigiendo claridad en la gestión, cumplimiento de obligaciones y soluciones reales. La distancia entre el equipo y la administración se ha vuelto cada vez más evidente, en un contexto en el que los resultados deportivos tampoco acompañan.
Un cierre de temporada complicado
El panorama no es alentador para El Nacional. Sin posibilidades de clasificarse a la Copa Sudamericana en este segundo hexagonal de LigaPro —donde marchan en el quinto puesto con 42 puntos, lejos de los 53 de Macará—, el club deberá enfocarse en cerrar el año con profesionalismo en medio de una crisis institucional profunda.
El siguiente desafío del equipo será el domingo 30 de noviembre, cuando visite al Ídolo Ambateño a partir de las 15:30, en un partido que llega cargado de tensiones extra futbolísticas.