La joven de 20 años, nacida en Santo Domingo de los Tsáchilas, se convierte en la primera ecuatoriana en participar en este certamen internacional, que este año celebra su segunda edición.

Antes de partir, la candidata compartió que su preparación comenzó hace varios meses. “Soy la primera representante como Ecuador y, pues, la segunda edición. La preparación viene con mucho tiempo de antelación. Venimos preparándonos en clases de oratoria, inglés, pasarela, protocolo y etiqueta, clases de otros maquillajes, absolutamente todo para dar una muy buena representación”, explicó.
Aunque el viaje la emociona, Mina reconoce que la despedida familiar le genera cierto peso emocional. “Sinceramente no tengo miedo porque sé que soy una mujer capaz y una mujer fuerte, pero en el tema del día y de que me vaya solita… ahí sí tengo miedo. Ahí sí quiero que me lleven mis padres, pero ya hay que poner los pies sobre la tierra. Tenemos que ser mujeres fuertes y seguras, porque llevamos a un país en nuestros hombros”, dijo.
Consultada sobre lo que la diferencia en el escenario, respondió: “Creo que mi identidad, mi autenticidad y la persona que llego a ser y llego a conectar con ellos en otro país. Espero que mi corazón y mi forma de ser les base y les llene con eso”.
Su vínculo con los concursos comenzó temprano: a los 7 años fue elegida Princesa de Navidad en su barrio. Con el tiempo se abrió paso en el modelaje, mientras mantenía un camino firme en el deporte.
Mina forma parte de la Liga Cantonal Unión Deportiva Juvenil de Rumiñahui y de la selección sénior de Pichincha. Para ella, esa experiencia resultó clave para enfrentar escenarios. “No se me dificultó casi en nada porque el deporte es responsabilidad y constancia. El básquet es un deporte colectivo, entonces tienes que sí o sí resaltar. Ese tema de la competitividad me ha servido mucho en el modelaje porque es un concurso”, comentó.
La familia también ha sido un sostén importante. “Soy la última de ocho hijos. Ha sido la que les ha traído toda esta travesía del correcorre, del vestido, de la corona. Estoy orgullosa de marcar la diferencia y de ser un orgullo para ellos”, dijo.
Actualmente cursa Cosmetología y Cosmiatría, y su intención es profundizar más adelante en Psicología con enfoque deportivo. También es entrenadora y trabaja con grupos juveniles, algo que considera parte de su identidad.

Fue despedida en el aeropuerto de Guayaquil por el staff de la Organización Miss Ecuador, familiares y amigos.

Miss Cosmo busca coronar a una mujer moderna que combine inteligencia, liderazgo, belleza y propósito social, bajo el lema “Impactful Beauty” (Belleza de Impacto). El certamen busca empoderar a mujeres para que se conviertan en agentes de cambio que puedan transformar su entorno. A diferencia de otros concursos, Miss Cosmo enfatiza que la belleza es solo un aspecto y que el impacto social y el liderazgo son cruciales para la ganadora.
La gala final de Miss Cosmo está prevista para el sábado 20 de diciembre en el Creative Park de la ciudad de Ciudad Ho Chi Minh, Vietnam, con la participación de candidatas de más de 50 países .
Con información de El Universo
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