Antes de que el Fusarium raza 4 (Foc R4T) llegara en el 2019 a plantaciones de Colombia y luego a Perú y Venezuela, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) había calculado un impacto en los países que lo tenían al 2018 -un año antes de que llegara a la región- en alrededor de $ 277 millones.
Ecuador tiene casos sospechosos y, según estimaciones preliminares, las pérdidas solo en el país sobrepasarían lo previsto hace siete años a nivel mundial.
Esta alerta del impacto del Foc R4T, que también incluye a enfermedades vasculares como el moko (Ralstonia solanacearum raza 2) y se basa en un promedio de la FAO, fue expuesta y explicada por Antonio Bustamante, gerente técnico de la empresa Mikroo (Bioinsumos), uno de los participantes del Banana Time que se desarrolló la semana pasada en Guayaquil.
El experto aclaró que en las aproximaciones del 2018, realizada por la FAO, había muchos países con cifras no determinadas, porque “la enfermedad es muy compleja de cuantificar”.
La mano de obra a perderse será de 1,5 hombres por hectárea. La inmigración sería incuantificable
Alfredo Saltos Guale, exministro de Agricultura
En el caso de Ecuador, Bustamante expuso un escenario hipotético con una afectación del 10 % del total de los cultivos, que de acuerdo a sus cifras son de 180.965 hectáreas, lo que resultaría en una extensión afectada de 18.100 hectáreas, lo que representaría 722.000 toneladas que se dejarían de producir al año y una pérdida de entre $ 275 millones y $ 366 millones.
Ecuador tiene 190.381 hectáreas de banano, 160.262 de plátano y 5.861 de orito, lo que en total representan 356.504 hectáreas.
En el tema de comercio exterior, Bustamante resaltó que, en promedio, Ecuador exporta 6,5 millones de toneladas métricas al año a 87 países, lo que se traduce en alrededor de $ 3.500 millones y $ 4.200 millones tomando en cuenta a otras musáceas, como el plátano.
“Lo que tenía la FAO analizado hasta el 2018 en todos los países que tenían el Fusarium era apenas $ 277 millones. El cultivo de banano en el país está tan enmarañado que nosotros somos únicos en el mundo. El enmarañamiento del cultivo de banano en el país es tal que puede impactar en muchas condiciones económicas y sociales. Entonces, hay que ponerle un poquito más de asunto al tema”, apuntó con preocupación Bustamante.
Respecto a la pérdida de empleos, el experto indicó que aunque las cifras son muy variables, la media establece que en las fincas existe una persona por hectárea. Así que calculó que se pueden perder hasta 25.000 fuentes de empleo directos y unos 37.500 indirectos, solo con el 10 % de áreas afectadas.
“Este efecto que ustedes están viendo aquí ningún país en el mundo lo tiene. Ninguno. ¿Qué me preocupa a mí? Que esta pérdida de superficie ya está pasando», mencionó Bustamante, al asegurar que en la zona de Quevedo, en la provincia de Los Ríos, muchos cultivos que antes eran de banano ahora son de palma.
Conozco muchas fincas bananeras que hoy ya son palmeras. Y ¿cuántos trabajadores necesito para 10 hectáreas de palma? Uno (0,1 personas por hectárea) versus una persona por hectárea que necesito para el banano
Antonio Bustamante, Mikroo (Bioinsumos)
Además analizó el impacto por sector. Por ejemplo, en la logística: el 60 % de los fletes que tiene un camionero en la provincia de Los Ríos son por el banano. “Si nosotros dejamos de utilizar el 60 % de esos camioneros, hasta la persona que está vendiendo comida en la carretera, que generalmente el camionero va para allá, va a disminuir”.
La pérdida de empleo en el campo se transmite a estaciones de empaque, transporte, puertos, proveedores de insumos (fertilizantes, embalaje), servicios financieros y comercio local. Señaló que el 17 % de la población (2,5 millones) está vinculada con actividades directas e indirectas en la cadena de valor del banano.
De todas maneras, señaló que hay que esperar que las autoridades oficialicen o no la presencia del Fusarium en el país, trabajar en el tema de trazabilidad de los conductores e implementar sanciones legales. “La idea es oficializarlo lo más pronto posible, la presencia o no, y hacer un pronunciamiento oficial”.
Lamentó que a Ecuador le haya tocado enfrentar al moko y posiblemente al Foc R4T en un mismo momento. Por ejemplo, dijo que en Colombia se detectó el moko hace 30 años y todo este tiempo les sirvió para ahora enfrentar -desde el 2019- al Fusarium.
‘Impacto del Foc R4T sería devastador’
Para el exministro de Agricultura y Ganadería Alfredo Saltos Guale, el impacto que tendría el Foc R4T en Ecuador sería comparable con lo sucedido con el Fusarium raza 1 o mal de Panamá, que arrasó con la totalidad de los cultivos de banano variedad Gros Michel que había en el país en la década de los sesenta. “Sería similar lo que pasó con la raza 1 con Gros Michel a lo que pasaría con R4T con Cavendish, sería catastrófico. En aquella época la desaparición fue total”.
Y considera que el impacto sería mucho más que el 10 % de los cultivos: “el mal es ubicuo, oculto, traicionero, agazapado, asoma el rato menos pensado”.
Además señaló que en los sesenta cuando el raza 1 acabó con el Gros Michel ya se tenía un reemplazo idóneo y ahora no. S}
Se refiere a la variedad Cavendish, que reemplazó a la Gros Michel en esa época y que se mantiene hasta la actualidad y es la misma que está amenazada ahora por el Foc R4T. Saltos fue uno de los ingenieros que trabajaron en el cambio del Gros Michel al Cavendish.
De acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), del 2012, el raza 1 causó pérdidas económicas de $ 2.400 millones en la industria de la exportación de banano en América, incluyendo a Ecuador. Sin embargo, se considera que en realidad estas fueron mayores, puesto que no se logró estimar el impacto al nivel de los pequeños productores de la época debido a la falta de registros.
El exministro, que también fue director del Programa Nacional del Banano, agregó que otra de las diferencias es el costo de una hectárea. Recordó que antes el costo de una hectárea de banano era de $ 1.500, pero ahora, totalmente tecnificada, no es de menos de $ 25.000. “La destrucción sería fatal. La mano de obra a perderse será de 1,5 hombres por hectárea. La inmigración sería incuantificable”, proyectó el exministro.
Concluyó que Ecuador debe profundizar las medidas de bioseguridad con inversiones no tan altas imposibles para la mayoría de los agricultores. Recomendó que el país debe mirar, por ejemplo, hacia Brasil, donde existen buenos avances y ya tienen variedades resistentes, “solo queda comenzar a probarlas en nuestro medio”.
Fuente: El Universo