En mayo pasado el gremio de transportistas urbanos anunció estar de acuerdo con la implementación de un sistema de tarjeta única para los buses urbanos de Guayaquil, además de un incremento de la tarifa de $ 0,30 a $ 0,45 con condiciones, tras años de discusiones y enfrentamientos con los distintos municipios de turno.
Aunque el gremio accedió a la tarjeta única y están en discusiones con el Municipio de Guayaquil para implementarla, todavía no hay una fecha tentativa para que se inicie esta modalidad de cobro en los buses urbanos de la ciudad.
En contraste, la aplicación de tarjetas ya se llevó a cabo en el sistema de la Metrovía desde 2006, explica Paola Carvajal, docente de la maestría en Ingeniería de Transporte y Movilidad Sostenible de la Espol y exministra de Transporte y Obras Públicas.
Empezó como una opción de pago, y luego se tomó la decisión de progresivamente dejar de aceptar efectivo. En ese sentido aplicar el sistema de tarjeta única para los buses urbanos no representaría un gran conflicto para los usuarios.
Aplicar el sistema para todas las modalidades de movilidad pública en la ciudad traería el beneficio de facilitar la recolección de datos de cada ruta: cuántos personas de tercera edad o con discapacidad están usando el servicio; las horas con más demanda por tipo de usuario.
“También les da mucha confianza y transparencia a los operadores de transporte de dónde está el dinero que los usuarios están pagando y cuánto les tiene que llegar”, dice Carvajal y agrega que esto ayudaría a actualizar las rutas y ajustar la oferta de transporte.
A diferencia de otras ciudades del país, en Guayaquil el sistema de tarjeta para la Metrovía ha tenido continuidad, concluye Carvajal.
Sin embargo, el gremio de transportistas inicialmente se resistió a la idea de aplicar este método de pago para los buses urbanos, que suplen la mayoría de la demanda de transporte público en la ciudad en comparación con la Metrovía.
“La medida no fue debidamente socializada. Nunca nos comunicaron cómo iba a ser gestionado este tema. Entonces, cuando nos quieren imponer sin decirnos cómo se va a trabajar, ahí tuvimos la reacción visible ante todos los medios: el rechazo”, señala Christian Sarmiento, expresidente de la Federación de Transportadores Urbanos del Guayas y actual dirigente de la cooperativa Río Amazonas.
“Después de tanta discusión y peleas aceptamos el tema de poner el sistema de recaudo electrónico, porque pusimos condiciones” para asegurar que los transportistas reciban el dinero que les corresponde. Sarmiento, además, cree que la aplicación de la tarjeta única sí se concretará eventualmente, pues considera que ayudará a una gestión correcta de la movilidad en la ciudad.
Para Carvajal, parte de la resistencia al sistema de tarjeta única se debe al “miedo al cambio” y a no ver el dinero físicamente. Para eso se creó un fideicomiso para el sistema de recaudación de la Metrovía, que evita que se manipulen esos fondos y asegura “trazabilidad y transparencia”.
En entrevista con EL UNIVERSO, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, se refirió a la propuesta de la tarjeta única para el transporte urbano en la ciudad.
“El proyecto de la tarjeta única (…) hemos ido trabajándolo desde que llegamos. El sector transportista privado, SITU, no ha querido abrirse al diálogo hasta hace poco. Al principio quisimos que entren en esta programación de la nueva Metrovía con la tarjeta La Guayaca. Estamos buscando nuevos diálogos para que se suban a eso. Los que ganen menos de $ 650 al mes no pueden pagar $ 0,45 de pasaje”, expresó Alvarez.
Además, el alcalde agregó que los paros de transportistas no son “el camino”, y que prefiere buscar soluciones como el subsidio que ofrece el programa de la tarjeta La Guayaca.
“El camino es trabajar de la mano para buscar soluciones. Por supuesto, yo soy el que más entiende que no alcanza con $ 0,30. Por eso propusimos la tarjeta La Guayaca en el sistema de la Metrovía. Eso tenemos que estructurar para sacar adelante el transporte privado urbano en Guayaquil. Pero a través de imposiciones va a ser imposible», advierte.
El alcalde aclara que con la tarjeta única habrá buses ejecutivos de $ 0,45. Esto para buses que realicen mejoras a sus unidades: climatización progresiva, wifi y sistema de recaudo ITOR (tarjeta única) en el que el cabildo implementará un aporte social con la estimación de vulnerabilidad del usuario.
¿Las tarifas van a subir con la eliminación del subsidio?
Al acceder al sistema de tarjeta única y al alza de la tarifa a $ 0,45, los transportistas también se comprometieron a adecuar las unidades con aire acondicionado y demás facilidades para los usuarios.
Sin embargo, el acuerdo con el Municipio llegó antes de que el presidente Daniel Noboa anunciara la eliminación del subsidio al diésel, decisión que afecta al gremio transportista.
Como medida compensatoria, el Gobierno decidió entregar bonos mensuales a los diferentes sectores de transporte, lo cual ha evitado que las cooperativas urbanas dejen de operar.
Pero el Gobierno no va a subsidiar a los transportistas para siempre. Los bonos serán entregados por ocho meses dependiendo del tipo de transporte. Luego de eso los gremios deberán discutir nuevamente una nueva alza de las tarifas con los respectivos municipios, encargados de la movilidad, así lo anticipó el presidente Daniel Noboa.
Sarmiento señala que el Gobierno no estaría cumpliendo con las compensaciones para el sector de transporte urbano.
“Nosotros ponemos más combustible del que nos están compensando, y no se está compensando a todos los transportistas. Solo en el transporte urbano de pasajeros a nivel nacional no han podido cumplir ni al 25 % de los transportistas. A quienes sí han cumplido es al transporte interprovincial y al intercantonal”, dice Sarmiento.
Es por eso que los transportistas, continúa Sarmiento, proponen que se focalice un subsidio para el sector de transporte con un galonaje de combustible mensual al precio al que estaba antes del subsidio, $ 1,80.
“Si se pasa del galonaje, si me dan 700 galones y yo consumo 710, a partir del límite yo pagaré el precio que sea internacionalmente, como si fuera un carro particular”, explica Sarmiento.
Sobre la tarifa acordada de $ 0,45, Sarmiento señala que esta cifra “en ningún sentido aguanta” tras la eliminación del subsidio, pues se llegó a esa cantidad con estudios que tomaron el valor del diésel subsidiado ($ 1,80).
Carvajal tampoco cree que la tarifa de $ 0,45 será suficiente, pero recalca que se debe realizar un estudio para optimizar las rutas que recorren los buses.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Infraestructura y Transporte, el Estado compensó a 13.867 transportistas con más de $ 10,5 millones hasta el 28 de septiembre pasado con un incentivo “a favor del control de la tarifa”.
Un total de 1.862 de los beneficiarios de la compensación operan en Guayas y $ 3,49 millones del total entregado fueron destinados a transportistas intercantonales.
Jorge Calderón, economista y rector del Tecnológico Universitario Argos, señala que estos bonos para los transportistas, además del resto de compensaciones, mantuvieron la inflación bajo control en septiembre.
A largo plazo, además, Calderón cree que la economía va a asimilar las alzas de precios en caso de que se den. Un incremento del pasaje está considerado en el cálculo de la canasta básica, por ejemplo, por lo cual cree que las familias deberán dejar de gastar en otros rubros importantes en caso de que los municipios suban las tarifas.
Fuente: El Universo