La reciente decisión de la Casa Blanca de clasificar al Cartel de los Soles como organización terrorista ha redefinido la política exterior de Estados Unidos hacia Latinoamérica, situando a las redes criminales como amenazas directas a la estabilidad democrática regional.
Este cambio, sustentado en criterios de seguridad nacional, ha impulsado respuestas y ajustes en las políticas de países como Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Costa Rica y República Dominicana, mientras que ha generado resistencia en los regímenes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, identificados con el llamado “Socialismo del Siglo XXI”.
Infobae