Guayaquil cumple 205 años de independencia y su alcalde, Aquiles Alvarez, pasa revista a las obras desarrolladas durante su administración, el plan maestro 2050, pero también los obstáculos en el camino. “Hemos tenido que convivir con un Gobierno que nos ha vivido poniendo trabas. Superarlas ha generado problemas, pero gracias a Dios siempre lo hemos ido sobrellevando y ganando estas luchas”.

Fiel a su estilo informal, el jefe del Cabildo asegura: “Hay una persecución, pero ¿sabe qué? No le paramos bola. Nosotros seguimos trabajando”. Reconoce que hay mucho por hacer y que vivir a Guayaquil desde adentro, como alcalde, lo ha enamorado más de la ciudad, por lo que una reelección en 2027 no le desagrada en virtud de que considera un honor “seguir sirviendo a la ciudad”.

¿Cuáles son los proyectos clave de desarrollo urbano sostenible del Municipio de Guayaquil?

Nunca hay que dejar de recordar y poner un poco en el contexto de que asumimos una alcaldía totalmente desbaratada en todos los aspectos. Y esto no es criticar, no es perseguir, no es señalar, pero hay que decir las cosas como son. En ese desastre, ordenar las cosas ha sido duro, pero gracias a Dios lo hemos podido lograr y hemos emprendido una planificación que está en marcha.

Primero que nada, recuperar lo que estuvo parado, que fueron las obras públicas, los servicios en los ejes sociales y deportivos, y en salud también. Después de ordenarnos nos hemos enfocado en el desarrollo urbano. Guayaquil tiene una planificación que se llama Guayaquil 2050, que comprende un master plan que va a estar en el portal de compras públicas con una visión al desarrollo de Guayaquil planificado hasta el 2050. Porque ¿qué es lo que ha pasado generalmente en Guayaquil? Cada vez que hay un alcalde nuevo bota una planificación.

¿Y qué garantiza que eso no vaya a ocurrir? En el 2027 tendremos elecciones.

Pero solo un irracional no puede continuar con un gran trabajo. En nuestro caso, cuando llegamos, lo bueno se ha fortalecido, lo malo desechado y lo nuevo lo hemos ido fortaleciendo en el tiempo. Más allá de que se cumpla o no, primero que nada es política pública definida por convicción de esta administración municipal. Segundo, es un contrato que va a marcarnos el desarrollo de Guayaquil hasta el 2050, así que eso es algo que se va a tener que respetar en el tiempo y el lineamiento y la cancha van a estar totalmente trazados en ese aspecto.

¿Cuáles han sido las principales trabas que ha encontrado en la administración?

Muchísimas: desorden administrativo, irresponsabilidad y desorden en lo financiero, por supuesto. Un desorden en nómina. Hablo en la parte interna del muy Ilustre Municipio de Guayaquil, pero más allá de eso, también hemos tenido que convivir con un gobierno que nos ha vivido poniendo trabas. Superarlas ha generado problemas, pero gracias a Dios siempre lo hemos ido sobrellevando y ganando estas luchas que al final son causas por tener vida digna. No nos olvidemos que la Garantía Soberana demoró seis meses en que nos la den, que eso generó un retraso de seis meses en el proceso de contratación para el Quinto Acueducto, para llevar agua potable al 100 % de Guayaquil y sus alrededores. No nos olvidemos también el tema de recibir las rentas cada tres, cuatro, cinco, seis meses en bonos.

¿Le ha cerrado el grifo el gobierno de Daniel Noboa al Municipio de Guayaquil?

Pero por supuesto, nos ha mantenido con deudas largas y con cero, prácticamente cero flujo en efectivo. Todo con bonos y cuando uno recibe bonos, que son recursos públicos, no puede salir al mercado a negociarlos porque eso sería peculado e igual cárcel. Entonces, hemos tenido que administrar los bonos hablando con los proveedores, con los contratistas. Ellos los reciben como parte de pago y al final son castigados en el mercado, ellos como privados, lamentablemente. Pero a pesar de eso, Guayaquil no para con la obra pública, no para con su planificación, no para con su atención en los diferentes ejes: en el deportivo, en el social. Eso es fundamental, la obra no para ni la atención para Guayaquil.

Y los ingresos por recaudaciones propias…

Bueno, ingresos por recaudaciones propias hasta septiembre: 203′400.000 dólares. Solo septiembre fueron 13′400.000 dólares aproximadamente. Guayaquil, el guayaquileño, ha demostrado que confía en su administración, que sabe que aquí los recursos no son mal utilizados y lo ha demostrado pagando sus impuestos.

Alcalde, ¿cómo se encuentra el plan de recuperación del centro de Guayaquil?

El plan de recuperación del centro de Guayaquil va encaminado. Nosotros contratamos a un urbanista que muchos dicen que es el mejor del mundo, se llama Jeff Speck. Es un estadounidense que vive en Boston, pero ha trabajado desarrollando y recuperando espacios en diferentes partes del mundo. Vino a Guayaquil, recorrió el centro, estuvo algunos días, algunas semanas y presentó un master plan y ese master plan tiene que ser ejecutado por el muy Ilustre Municipio de Guayaquil, va de la mano con reformas de ciertas ordenanzas, y estamos dentro de la planificación.

Yo el otro día envié un tuit (X) explicando sobre nuestro proyecto: Renovación Urbana Integral. No nos olvidemos de que Jaime Nebot en sus primeros años de administración, entre el tercero y el cuarto, aplicó la regeneración urbana. Y para nosotros, viendo los índices, viendo los niveles, constatando en el territorio, consideramos que es necesaria una nueva regeneración que nosotros la hemos denominado Renovación Urbana Integral. ¿Por qué? Porque tenemos que no solo trabajar en la superficie, o sea, tenemos que venir desde abajo, cambiar las redes, hacer un trabajo integral de verdad. En eso estamos, estamos trabajando por zonas y vamos a empezar con el casco central de Guayaquil.

¿Y se ha involucrado en esto al comercio formal y al informal?

Están, están. En este master plan que elaboró Jeff Speck están contemplados, por supuesto, los espacios que son incluso promesa de campaña. Los centros de venta de comercio mal llamado informal, que para nosotros, en nuestra visión administrativa, por convicción, los hemos ido censando. Nosotros ya tenemos casi 20.000 comerciantes censados que hemos tratado de irlos organizando. Pero es una lucha histórica en Guayaquil.

Sin contar que se vuelve dormitorio el centro en las noches…

Y bueno, por supuesto, pero es una lucha también. ¿Dónde está el MIES (Ministerio de Inclusión Económica y Social)? No hay acción del MIES. Hemos enviado oficios para trabajar de la mano y coordinar. ¿Qué hacemos con la gente en situación de calle?

¿No hay respuesta?

No hay respuesta y eso no es una competencia del Municipio. Sin embargo, a través de la DASE nos preocupamos, a través de Justicia y Vigilancia nos preocupamos. Trabajamos de la mano con algunas fundaciones. Es difícil porque es algo que nos sobrepasa. No nos olvidemos también de que hay que precisar que aparte de la gente de situación de calle nacional, tenemos muchos extranjeros que están en situación de calle y que tienen un tema incluso legal. Y también hemos enviado oficios al Ministerio de Relaciones Exteriores para tratar el tema. No hay respuesta.

¿Como Municipalidad de Guayaquil tienen un censo o un acercamiento de cuánta gente en situación de calle hay en la ciudad?

Ha aumentado después de pandemia 35 % en Guayaquil. Vi que más o menos los números son parecidos al aumento que ha tenido Quito como capital. Es algo que nos preocupa y es una lucha de todos los días. Esta gente, no todos, pero un porcentaje es la que se dedica a dañar el ornato, a robarse los cables porque tienen cobre para venderlos en las recicladoras que hoy están clausuradas, pero que después vuelven a levantar la clausura. Es un trabajo de la mano con la Gobernación del Guayas. Así que todo está conectado y al final todos nos necesitamos, pero no todos colaboramos. Hemos hecho el llamado en la última mesa de seguridad en la Gobernación del Guayas. Tocamos el tema con representantes del MIES que estuvieron, con representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores, porque para nosotros es importante tomar decisiones. No podemos nosotros hacernos cargo de algo en lo que no podemos intervenir como Municipio. Hay situaciones que nos limitan según el Cootad (Código Orgánico de Organización Territorial) y eso es algo que nos desborda y nos preocupa todos los días. Primero, por la parte humana. Una persona en situación de calle tiene muchísimos problemas. No es de cogerlos y esconderlos en algún lugar y hacer como que no hay ningún problema, no, hay que preocuparse de la gente que está en situación de calle. Aparte, los extranjeros, que lamentablemente muchos están en situación de calle. No digo que todos, hay extranjeros que son trabajadores, que buscan emprender, salir adelante y que, por supuesto, han tenido espacio para emprender aquí en nuestro país, que somos de puertas abiertas. Pero no podemos negar que ha sido un problema para las administraciones municipales, no solo para Guayaquil, para todas las ciudades del país.

¿Cuáles son las dos principales obras que ha desarrollado hasta ahora su administración?

¿Cuál es la obra emblemática? La obra emblemática para nosotros es, según el impacto que genera para el que la recibe. La obra emblemática de esta administración para Monte Sinaí y cooperativas de alrededor es tener agua potable. Imagínese levantarse todos los días tres de la mañana a pelearse por tanqueros y gastar el triple de lo que podrían gastar pagando una factura de agua, es lo más emblemático del mundo para esa gente.

Obra emblemática para un taxista que recorre todos los días la ciudad para ganarse el pan es aliviar el tráfico en Guayaquil, pasos a desnivel importantes como la avenida de las Américas, Isidro Ayora, como el paso de la Avenida del Bombero y Leopoldo Carrera, como el paso de la Juan Tanca Marengo y Rodrigo Chávez, como la habilitación después de tres años y medio del puente que estaba botado en la Juan Tanca Marengo al lado del colegio Americano. Son obras emblemáticas importantes para los que transitan todos los días en la red vial municipal.

Otra obra emblemática, para el que la recibe: Troncal 4, unidades nuevas en el sistema de Metrovía, aire acondicionado con wifi. Antes nos decían que tener aire acondicionado en la Metrovía era imposible porque te bajabas y te podías quedar tieso. Nosotros hemos roto esos paradigmas.

Otra obra emblemática, importantísima: tener una red de salud que atiende hoy gratuitamente y con éxito, gracias a Dios, a más de 4.000 personas al día, incluso gente que está afiliada al IESS, no va al IESS y va a la red médica municipal. Otra obra emblemática: tener convenios con la Junta de Beneficencia y Atlético de Madrid, con el diario EL UNIVERSO y sus interbarriales que ya no son una disciplina, son 13 o 16, si no me equivoco. Tener un convenio con Liga Pro Kids.

¿Cuáles tiene pendientes que usted no va a salir por la puerta del edificio del Municipio de Guayaquil sin haber entregado?

Hay muchísimas. Me encantaría dejar ordenado el transporte urbano privado de Guayaquil. Me encantaría, me encantaría dejar terminadas las soluciones viales en Guayaquil. Me encantaría, por supuesto, dejar más fuerte aún la red de salud del Municipio de Guayaquil. Pero lo más importante, abrir la llave en Monte Sinaí, en las cooperativas de alrededor para que la gente pueda tener vida digna y agua potable. Nosotros hemos priorizado asfaltado, pavimentación con hormigón en algunas partes, por supuesto que sí, no se pueden todas por un tema presupuestario, pero en los lugares olvidados. Sergio Toral 1, Sergio Toral 2, la Valerio Estacio que estamos interviniendo; Nueva Prosperina, toda esa zona. Socio Vivienda, dejar espacios para canchas y demás. Hemos avanzado muchísimo en Flor de Bastión en un sinnúmero de bloques… Hemos intervenido el bloque 7, el bloque 8, el bloque 21, el bloque 12, el bloque 11, bueno, te faltan 1.000 bloques más y falta mucho.

Otro tema importante: irnos y dejar avanzado en un 50 % Pascuales con su alcantarillado y agua potable. Entonces, hay muchísimo por hacer… El Malecón 3000 que nos lo truncaron…

Alcalde, ¿está dispuesto a una reelección en el 2027?

Es que mire, uno se va enamorando más de Guayaquil cuando lo vive desde adentro. Y obviamente, es innegable que cuando eres alcalde, lo vives, pues, desde adentro. Guayaquil es un minipaís.

¿Eso es un sí?

Es que quiero ir llevándola a ese tema, ¿por qué? Porque tenemos casi 2,9 millones de habitantes. Pronto y próximos a tener 3 millones de habitantes. En Guayaquil no solo es el casco histórico. Dentro de Guayaquil hay muchas miniciudades y cada espacio es un territorio diferente, con una necesidad diferente. Yo soy feliz y me considero un bendecido, más allá de que me han perseguido y que han tratado de destruirme y no han podido ni podrán, porque estoy con Dios. Pero es una bendición para mí haber sido elegido por mayoría, por el pueblo de Guayaquil para servirlo. Así como me dieron el voto para buscar cambiar a Guayaquil, si la gente en un porcentaje importante, superando el 50 %, considera que debo seguir, pero por supuesto que sería un honor seguir sirviendo a mi ciudad. Pero yo no voy a ir a los lugares, como hizo la anterior administración, a rogarles el voto después de haberme olvidado cuatro años.

¿Cómo va a medir ese 50 %? ¿Saliendo o con encuestas?

Eso lo grita la calle.

Hoy, ¿qué le grita la calle?

La calle grita que tenemos una aceptación superior al 55 % a pesar de todo, con el desgaste que nos han hecho, con toda la maquinaria comunicacional en contra nuestra.

El 8 de octubre, dos días después de esta entrevista, se allanaron residencias del núcleo familiar y del alcalde, quien dijo que no se empañará la fiesta de Guayaquil. La Fiscalía informó en redes sociales que se investiga un presunto lavado de activos.

¿Usted cree que el presidente ha bloqueado o intenta bloquear el camino de Aquiles Alvarez como alcalde?

Yo creo que a estas alturas es más que evidente que hay una persecución no solo a mí como persona y a mi familia, sino a la ciudad. Nos congelan y nos suspenden todos los procesos en el Sercop, incluso el de la Reina de Guayaquil, el de la sesión solemne, que es incluso mandato a través del Cootad. Entonces, si no hay una persecución, si alguien cree que no hay persecución, es totalmente respetable.

¿Por qué?

Porque hay una agenda, pues. Y está marcada y la han venido cumpliendo al pie de la letra. Eso es algo que habría que preguntarle al presidente. La verdad que yo elegí, uno tiene dos opciones: o quedarse llorando y quejando o trabajar. Y nosotros hemos elegido trabajar. Yo le digo la verdad, no me interesa la agenda. No me interesa lo que quiera el Gobierno en contra de nosotros. Nosotros igual superamos todos los problemas, igual ejecutamos, igual seguimos con la obra. Y esto al final es contraste, quién trabaja y quién ejecuta versus quién sigue con incertidumbre. El pueblo lo que quiere es certezas, certezas, no incertidumbres.

Alcalde, y también como ciudadano, ¿qué opina usted del manejo que ha hecho el presidente Noboa de la crisis actual?

Bueno, es una pregunta que no sé si me corresponde contestarla. Obviamente, algún análisis tengo que tener. Lo único que voy a decir es que el que elige a un alcalde, el que elige a un prefecto, el que elige a un presidente, ¿quién es? El pueblo. Y es el pueblo para el pueblo. Entonces, esas posturas de no querer hablar, esas posturas de no querer tener acercamientos, a mí me ha pasado con los transportistas, pero al final, aunque uno no quiera, tiene que sentarse a conversar.

Desde hace algún tiempo en Guayaquil hay dos sesiones solemnes, no en esta administración, no con este presidente, desde mucho antes. Pero ¿qué ha roto eso? ¿Cómo reconstruir las relaciones?

Pero hemos tratado de reconstruir mil veces. Yo no considero que tengo enemigos, pero para él (Daniel Noboa) nosotros somos un enemigo, nosotros somos oposición para él, y claro, yo la hago con altura, sin destruir la honra de nadie. Pero ¿quién fue el primero que reconoció la victoria del presidente? Cuando yo puse mi tuit, y no es arrogancia, no es con arrogancia lo que voy a decir, pero cuando yo puse mi tuit se acabó el debate. Yo, el principal opositor del presidente Noboa, reconocí el triunfo. Y después de que reconocimos el triunfo, yo abrí las puertas para tener acercamientos. Nunca quisieron. Yo cumplí cuatro meses de buscar acercamientos. A partir del cuarto mes, nosotros decidimos, yo en mi caso, decidí hacer oposición de nuevo con altura, porque hay cosas que no se pueden permitir y punto. Hay que alzar la voz. Hay que alzar la voz y eso no significa faltar el respeto. Eso no significa odiar a alguien, no, pero hay que puntualizar y precisar las cosas.

¿Cuáles son los principales errores por los que usted ha alzado la voz?

¿Cómo no vamos a alzar la voz si nos suspenden procesos para desarrollar obras y servicios en Guayaquil para y por los guayaquileños? Le pregunto: ¿cómo no vamos a alzar la voz si a veces no contestan el teléfono en el Ministerio de Finanzas y nos deben cuatro, cinco meses de las rentas que son nuestras, porque no son de ellos, son de los guayaquileños? ¿Cómo no alzar la voz ante la persecución en obra pública y desarrollo de la obra pública del Muy ilustre Municipio de Guayaquil? ¿Me va a decir que no es persecución haber suspendido 90 días la obra de la avenida del Bombero? ¿Me va a decir que no es persecución congelar las licencias ambientales para el desarrollo del entorno del nuevo aeropuerto y de otras obras importantes en Guayaquil? Obviamente hay una persecución, pero ¿sabe qué? No le paramos bola. Nosotros seguimos trabajando. Esa es la decisión de nosotros.

Aquiles: Rafael Correa no me ha pedido nada

Alcalde, usted decía: ‘Yo fui el primero’ y evidentemente fue el primer tuit de alguien de oposición que reconoció el triunfo de Daniel Noboa en las urnas. ¿Eso lo distanció de la Revolución Ciudadana?

Es que no hay que distanciarme, no. Ellos me conocen, yo tengo una buena relación con el expresidente (Rafael Correa), pero yo soy libre de opinar como yo quiero y no me siento atado a nada. Y creo que antes de llegar existían muchas dudas. Llegando, muchísimas dudas también, pero ya después de dos años, creo que ha quedado claro que nosotros actuamos por convicción, sin ningún libreto y sin ninguna agenda.

A usted lo auspiciaron, pero no está afiliado.

A mí me auspiciaron, yo no estoy afiliado. Y ojo con algo, no es necesario estar afiliado a nada. Si hoy no es garantía de nada estar afiliado. Se afilian y se desafilian el siguiente día. Llegan con X partido a la Asamblea y en media hora están con el otro partido. ¿De qué sirve estar afiliado? Para mí más importante es la palabra que cualquier papel firmado.

¿Y ahora con quién está militando? ¿Con RETO, con la Revolución Ciudadana?

Es que, escúcheme, yo administro Guayaquil con civismo, no haciendo militancia. Yo soy Aquiles y trabajo para los guayaquileños. Yo administro Guayaquil con civismo, como tiene que administrarse cualquier ciudad del mundo, sin ningún tipo de partidocracia ni dogma ni nada por el estilo. Si usted ve la imagen, el brandeo municipal, si usted ve la propaganda municipal, le pregunto: ¿hay algo partidista? Cero. Es todo por Guayaquil. Administramos con civismo.

En la consulta popular de la constituyente o el referéndum tampoco va a tener una participación.

Es que yo creo que no corresponde. Yo creo que no corresponde. Eso lo decide el pueblo. Al final el pueblo es el que decide. En su momento decidió apoyar al presidente Noboa para que continúe. Bueno, el pueblo sabrá en su momento si cumplió con sus ofertas de campaña o no, que bueno, ya sabemos qué ha pasado con eso en cuatro meses. Pero referente a la consulta, el pueblo se manifestará en las urnas. Eso es un tema del pueblo.

La Revolución Ciudadana decidió hacer campaña por el no.

La Revolución Ciudadana como movimiento tiene derecho a hacer la campaña que quiera. Nosotros, la única campaña que hacemos es trabajar y seguir ejecutando la planificación del Muy Ilustre Municipio de Guayaquil. Y usted sabe que cuando tengo que decir algo, yo lo digo, pero yo considero que no hay que decirle nada a la gente.

¿Cómo le cayó la decisión de Luisa González de retirarse de la presidencia del partido?

Ese es un tema del movimiento. Yo no soy parte del buró. No tengo una comunicación diaria con la gente de la Revolución Ciudadana. De vez en cuando, preguntando por el tema anímico, por el tema personal, converso con el expresidente, pero Rafael Correa no me anda llamando a hablar de ni sé qué tema, ni me anda preguntando. La verdad que, mire, cuando estuve en Barcelona, entré y dije: ‘bueno, qué bestia, todos al revés. Todo lo que dicen afuera es al revés’. Y acá también, la mayoría de las cosas. No, que Correa es el que manda. Primero, son siete horas de diferencia. Segundo, él sabe a quién pedirle cosas y a quién no, si es que las pide, que yo estoy seguro de que no las pide. Nada. A mí, en estos dos años y pico, no me ha pedido absolutamente nada. No sé qué fantasmas se ven referente a eso, pero para mí es una persona que está opinando desde su espacio, que obviamente tiene que liderar su movimiento, porque es el líder del movimiento. Tiene ciertos lineamientos y va a ciertas líneas, pero al final, yo lo veo a Pabel (Muñoz) autónomo, la veo a Marcela (Aguinaga) autónoma, incluso en algunos casos criticada por aplicar la autonomía como ella considera, y está en su derecho. Y nosotros, autónomos 100 %. Administramos para los guayaquileños.

Qué tan guayaquileño se muestra Aquiles Alvarez

¿Cuál es la frase más guayaca de Aquiles Alvarez?

Chuta, tengo algunas. Bueno, algunas, ‘belleza’ es una.

¿Cuál es el plato guayaquileño favorito del alcalde?

Es que son algunos, ¿sí sabe? Son algunos. Bueno, encebollado ya es trillado, mire, todos los que quieren ser candidatos, encebollado, que caldo de manguera, que caldo de salchicha.

En encebollado es con pan o con chifle

Para Aquiles Alvarez es con chifle y depende, si lo mando a ver a mi casa, es con una Coca Cola con hielo; si me lo voy a comer fuera, con jugo de naranja ahí de balde, que es el más rico.

El piropo más guayaquileño que ha dicho Aquiles Alvarez.

La verdad que en eso me cuido mucho y lo pienso nomás, no lo digo.

Alcalde, el partido más difícil que ha enfrentado.

El partido más difícil que he enfrentado. Bueno, la verdad que todo ha sido difícil, pero me formé para superar los problemas. Así me formó mi padre y mi abuelo y también los golpes de la vida. Entonces, por eso hay gente que no entiende, por ejemplo, los problemas de persecución y además, la gente dice: “Ay, pobrecito”, pero yo estoy tranquilo y feliz. Yo soy feliz y tranquilo y soy libre. Todo al final da la vuelta y estamos con Dios. Así que incluso es bíblico: La paz de Dios sobrepasa todo entendimiento. La gente no entiende, pero yo tengo paz.

Fuente: El Universo