El cierre de carreteras por más de una semana en la Serraní ecuatoriana, sobre todo en el norte del país, ha repercutido en las actividades comerciales en Ambato porque las ventas disminuyeron. Así lo perciben representantes de sectores de esa localidad.
Desde el lunes, 22 de septiembre, movimientos indígenas y organizaciones sociales han protagonizado manifestaciones en rechazo a la eliminación del subsidio del diésel. Por aquello, varias vías de vital importancia han sido bloqueadas en provincias de Imbabura, Pichincha, así como Chimborazo y Bolívar.
“Por el paro, la ciudadanía, los sectores comerciales y productivos, amanecen con la incertidumbre de con qué nos vamos a encontrar, si va a haber o no el bloqueo de vías en la provincia de Tungurahua”, manifestó Danilo Salazar, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ambato.
Al interior de Tungurahua no ha habido mayores cierres de las vías y aquello ha permitido que los trabajadores de diversos sectores productivos sigan con sus labores. Pero por los obstáculos en las carreteras en otras zonas, hay pérdidas derivadas de la disminución de clientes que se acercan a la localidad para solicitar sus productos.
“Hay que recordar que desde las provincias del norte viene gente en días específicos a ejecutar comercio en Ambato, quienes adquieren productos y servicios”, mencionó.
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También en el mercado Mayorista se reportó la baja ostensible de comerciantes y transportistas que llevan los productos a otras partes del país, todo esto por la incertidumbre de no saber si se van a encontrar o no con el bloqueo de las carreteras.
Las consecuencias del paro indígena reducen parte de la reactivación económica que se reflejó durante el primer semestre de este 2025.
“En el cantón Ambato, las ventas entre enero y julio de este año presentó un crecimiento de 8,9% en las ventas en comparación con 2024”, argumentó Salazar.
Además, se expuso que la paralización podría afectar a la proyección que se tenía especialmente para el último trimestre de este año en Ambato, reactivación que alcanzaba los niveles que el gobierno nacional aspiraba para el crecimiento anual de 3,8% del PIB (producto interno bruto).
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El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ambato dijo que a nivel de los mercados se estima que hay pérdidas del 40% con relación a días normales, además expuso que en el paro del 2022 se perdieron alrededor de $18 millones diarios y en esta ocasión se evalúa cuál es el perjuicio económico, que también sería cuantioso.
Los sectores más afectados serían el de alimentos y calzado.
Sin clientes en locales de Ambato
Carlos Corrales, presidente de la asociación de comerciantes Jesús del Gran Poder del mercado Modelo, expuso que en 890 puestos se comercializan productos alimenticios, así como ropa y calzado. Por el paro, aseguró que el cierre de carreteras en otras partes del país también resultan perjudicados porque no hay la misma afluencia de clientes.
“Como no hay paz y tranquilidad en el país, hay un bajón bastante considerable en las ventas, siquiera entre el 70% al 80%. En mi caso vendía alrededor de $200 diarios, pero ahora no se llega ni a $50, no hay para pagar las deudas de la mercadería o préstamos que se tienen”, añade el dirigente.
En estos días, el mercado en estos días se encuentra con escasa presencia de clientes, porque incluso los clientes tienen temor de venir porque no saben si el sector indígena de Tungurahua va a tomar algún procedimiento y a cerrar incluso los mercados, detalló el presidente de los comerciantes en el mercado Modelo.
Tanto Salazar como Corrales hicieron un llamado a entablar un diálogo sincero desde el Gobierno nacional y el sector indígena para buscar acuerdos que permitan volver a la tranquilidad en el país y que se retome las actividades a la regularidad.
Fuente: El Universo
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