Keny Arroyo tuvo un estreno soñado con la camiseta del Cruzeiro. El extremo ecuatoriano fue clave en la remontada de su equipo, que venció 2-1 a Bahia por el Brasileirao. En apenas unos minutos en cancha, el tricolor dejó una grata impresión, participando en la jugada del gol del empate y mostrando el desequilibrio que lo caracteriza.
Arroyo llegó al club brasileño tras un breve y poco fructífero paso por el Besiktas de Turquía. Cruzeiro apostó fuerte por él, invirtiendo siete millones de dólares por su fichaje y firmándolo hasta finales de 2029. Su deseo de regresar a Sudamérica para recuperar su nivel fue determinante para concretar el traspaso.
Aunque no fue inscrito en el duelo anterior por la Copa de Brasil, el técnico Leonardo Jardim decidió convocarlo para el encuentro ante Bahia y le dio la oportunidad de debutar cuando el equipo más lo necesitaba. Con Cruzeiro perdiendo 1-0 tras un gol de Jean Lucas Oliveira, Arroyo ingresó a los 70 minutos como parte de un triple cambio.
En su primera intervención, el ecuatoriano habilitó a un compañero que remató apenas desviado. Pero en la jugada siguiente, encabezó una contra explosiva, tocó para Matheus Pereira, quien remató al palo y Luis Sinisterra aprovechó el rebote para marcar el 1-1. Una acción colectiva que nació en los pies del debutante y cambió el rumbo del partido.
El tanto de la victoria llegó poco después, gracias a un bombazo de Gabriel Barbosa (Gabigol) desde fuera del área, que selló el 2-1 y desató la fiesta en el vestuario del Raposa.
Para Keny Arroyo, este debut no solo representa una nueva oportunidad, sino también el comienzo de una etapa donde buscará consolidarse en uno de los torneos más competitivos del continente. Cruzeiro encontró en él un revulsivo prometedor, y la afición ya se ilusiona con lo que puede aportar el ecuatoriano a lo largo de la temporada.