De enero a julio pasado, las exportaciones no petroleras de Ecuador alcanzaron los $ 16.822 millones, 21 % más que las del mismo periodo del 2024, cantidades notablemente mayores a los $ 13.924 millones y el crecimiento del 7,4 % que el país percibió en el mismo periodo del año pasado, pero comparado con el 2023.
Hay dos factores en la ecuación del comercio exterior ecuatoriano que han estado presentes este año y que para el 2024 recién tenían pocas semanas de vigencia: los acuerdos comerciales con China y Costa Rica, que entraron en vigor el 1 de mayo y el 1 de octubre del año pasado, respectivamente.
Estos tratados son parte de una ruta de acuerdos comerciales que Ecuador ha emprendido en estos últimos tres años en busca de abrir más mercados para su oferta exportable no petrolera.
Aparte de los acuerdos que ya están vigentes, hay otro que está firmado y a la espera de entrar en vigencia, el de Corea del Sur, suscrito el 2 de septiembre pasado y que se espera que rija desde los primeros días del 2026. También está el de Canadá, cuya negociación ya culminó el 31 de enero del 2025 y se encuentra en el proceso de revisión legal y traducción del texto.
Hay otro grupo que está en negociación o en espera de iniciarlas. Por ejemplo, con Emiratos Árabes Unidos se iniciaron las negociaciones en marzo pasado y se espera culminar este año. Con República Dominicana se espera iniciar negociaciones después que el 15 de noviembre de 2023 se firmó un entendimiento sobre lanzamiento de estas y en febrero del 2024 se realizó una declaración conjunta.
Con Panamá también se espera iniciar negociaciones y con Japón se aguarda su respuesta a las intenciones de Ecuador de iniciar convenciones.
De acuerdo con Daniel Legarda, exministro de Comercio Exterior y actual presidente ejecutivo del Consejo Empresarial Ecuatoriano Panameño (CEEP), antes de los tres acuerdos que se han firmado ahora —China, Costa Rica y Corea del Sur—, dos de los cuales están en vigencia, Ecuador tenía el 38 % de cobertura de preferencias arancelarias. Eran diez acuerdos comerciales, incluyendo el de la Unión Europea (UE).
“Con el acuerdo con China, con el acuerdo con Costa Rica y ahora con el acuerdo con Corea del Sur, de ese 38 % de cobertura se salta a 61 %. Es un salto cualitativo muy significativo y el más grande que ha tenido el país en materia de política comercial”, destacó Legarda.
Con estos tres acuerdos se espera un incremento en las preferencias arancelarias de $ 6.000 millones. Mientras que con los otros acuerdos en proceso las preferencias crecerían un 24 % adicional ($ 4.800 millones) y alcanzarán el 85 %. Sin embargo, dentro de esta lista también están México y Estados Unidos, países con los que Ecuador no tiene conversaciones para acuerdos, a excepción de México, que sí tenía un proceso con Ecuador pero lo declaró suspendido en 2024. De todas maneras, en ese listado se debe incluir a Emiratos Árabes Unidos, Panamá y Japón.
Sin embargo, los países competidores de Ecuador, Colombia y Perú, tienen más del 85 % y el 90 %, además de Chile y Costa Rica, que están por encima del 90 %. “Nos llevan esa delantera. Claro, la gran diferencia ahí lo hace el TLC con Estados Unidos por el volumen de comercio”, dijo el experto.
Para Legarda, dentro de los acuerdos en proceso, apunta a que primero entren en vigencia el de Emiratos Árabes Unidos y Panamá. En el caso de Emiratos Árabes explicó que, a pesar de que Emiratos Árabes tiene aranceles bajos, la mayoría ya están en cero; de todas maneras aporta al camino correcto.
“El siguiente puede ser Panamá, porque hay una buena coyuntura que se ha dado con la eliminación de las listas discriminatorias y, por lo tanto, políticamente podría ser más factible iniciar antes una negociación; pero, de todas maneras, ahí hay una gestión que se debe hacer”, sostuvo.
¿Cómo se están aprovechando los acuerdos?
Para Xavier Rosero, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), la proyección inicial de ahorro de aranceles para Ecuador con el acuerdo comercial con Corea del Sur puede llegar a unos $ 15 millones anuales; sin embargo, espera que a medida que se vaya implementando el tratado y cumpliendo el calendario de desgravaciones, sobre todo de los productos más emblemáticos, banano y camarón, esa proyección pueda duplicarse y llegar a los $ 30 millones.
“Mientras más se vaya implementando el acuerdo, mayor ahorro de aranceles vamos a ver”, aseguró Rosero.
Según Rosero, existe una estrategia global del Ecuador. La primera parte de esa agenda es aprovechar lo más posible los beneficios de los acuerdos que ya están vigentes. Para medir este factor, el titular de Fedexpor reveló que el gremio está empezando un estudio para conocer cuáles son las distancias en las que el Ecuador no está aprovechando esos tratados, y como un resultado preliminar, surgió que se necesita repriorizar y reorientar hacia dónde el país ha estado enfocando sus esfuerzos de apertura de mercados.
En este contexto, en el caso de China, Rosero reveló que se tiene priorizada la quinua para ser unos de los primeros productos en entrar al gigante asiático, pero reconoció que la quinua todavía no se encuentra en las cantidades y en la organización asociativa suficiente como para poder en este mismo momento habilitarse para empezar a llegar a China.
“Sí es un producto potencial, pero hay otros productos que con mayor potencial y mayor rapidez podrían responder al mercado chino. Necesitamos reorientar esos espacios de priorizaciones de los productos para ver quién ya puede cumplir, quién ya puede dar una capacidad de respuesta rápida y poder ingresar en este momento en función de sus requerimientos”, sostuvo Rosero.
En este punto, aseguró que los permisos aduaneros y la tramitología para ingresar a ese mercado van mucho de la mano con estos criterios sanitarios. “Entonces, si estamos enfocando mal, cuando yo tengo a la cola cinco productos que podrían poner mañana el primer contenedor, y si regreso a ver en quinua todavía no están organizados porque en China no me demandan un contendor, me demandan veinte contenedores semanales de quinua. Eso es algo que el país todavía no está en condiciones de hacerlo”, reconoció.
‘Japoneses consideran prémiums los productos de Ecuador’
Mientras, sobre el mercado japonés, Rosero aseguró que en ese destino se juntan dos características: que demandan grandes volúmenes y demandan cualidades prémiums, que en otros proveedores no encuentran. “Lo que nos dicen los empresarios japoneses es: ‘Yo sí estoy comprando producto de otros países, entre estos México, que ustedes me podrían proveer, pero con México me ahorro 20 % de arancel. Si ustedes derrumban la barrera arancelaria, yo mañana hago el contrato con ustedes y lo desvío, porque sí le estoy comprando al Ecuador, por poco, porque no me alcanza para poder pagar tanto arancel y trasladarlo al consumidor, pero por calidad es que le compro”, reveló.
Añadió que la segunda cadena de supermercados más importante de Japón señaló que tienen un segmento de clientes que no se guían por el precio, sino por calidad: “Y ahí ya no me sirve ni el banano mexicano ni el peruano ni el colombiano ni el filipino: me sirve el de Ecuador”. Aseguró que para el mercado japonés el banano de Ecuador es de categoría prémium, mientras que el de Filipinas, México o de Colombia es denominado un banano convencional, y lo mismo sucede con otros productos, como el cacao.
Rosero proyectó que con un acuerdo comercial Ecuador podría triplicar sus exportaciones a Japón. Según cifras de Fedexpor, en el primer semestre de 2025 las exportaciones no petroleras de Ecuador al país nipón se incrementaron en más del 29 %, al pasar de $ 154 millones a $ 198 millones, mientras que las importaciones no petroleras disminuyeron en 10 %, en comparación con el mismo periodo del año anterior. (I)
Fuente: El Universo