Barcelona SC firmó una de sus victorias más contundentes en la historia reciente del Clásico del Astillero al golear por 4-0 a Emelec en el estadio George Capwell, por la jornada 28 de la LigaEcuabet. Bajo el mando de Ismael Rescalvo, el conjunto torero no solo dominó el encuentro desde el inicio, sino que también silenció un escenario históricamente complicado, incluso sin contar con el aliento de su hinchada.
Un arranque demoledor
El primer golpe lo dio Octavio Rivero a los 4 minutos de juego, tras una gran jugada colectiva y asistencia de Bryan Carabalí. El tanto temprano descolocó al conjunto eléctrico, que no pudo reaccionar ni encontrar circuitos de juego. Barcelona siguió dominando con orden y presión alta. A los 37 minutos, Joaquín Valiente marcó el segundo gol tras una habilitación precisa de Jhonny Quiñónez, aumentando la ventaja antes del descanso y reflejando la diferencia entre ambos equipos.
Incidentes y tensión en el segundo tiempo
En el complemento, Janner Corozo puso el 3-0 desde el punto penal a los 74 minutos, luego de una falta clara dentro del área. Sin embargo, lo que era una fiesta futbolística se vio empañada por incidentes en las gradas, que provocaron la suspensión momentánea del encuentro.
La paralización duró más de 20 minutos, mientras se intentaba restablecer el orden dentro del estadio. A pesar de que el partido se jugó sin hinchas visitantes, hubo disturbios que obligaron a detener las acciones por seguridad.
Una vez reanudado el juego, ya en tiempo adicional, Brian Oyola puso cifras definitivas con otro penal, esta vez convertido a los 111 minutos, sellando un 4-0 categórico que golpea duramente a Emelec.
Un clásico que deja huella
Barcelona fue superior en lo táctico, físico y emocional. El equipo de Rescalvo supo manejar los momentos del partido y mostró un nivel de juego colectivo que ilusiona de cara al cierre del torneo. La goleada, además de histórica por la diferencia, toma un valor especial al conseguirse en el Capwell y sin apoyo en las gradas.
Por su parte, Emelec atraviesa un momento delicado. El equipo no encontró respuestas dentro del campo y terminó cediendo una derrota dolorosa ante su clásico rival, que deja secuelas tanto en lo deportivo como en lo anímico.
La LigaPro deberá también tomar cartas en el asunto por los incidentes que interrumpieron el encuentro, en un contexto que exige mayor control y responsabilidad en los escenarios deportivos del país.