La distancia. Era el “gran pero” de Carolina cuando le ofertaron una casa en una urbanización en la parroquia urbana Chongón, perteneciente a Guayaquil.
Ella vivía en el centro-sur de la urbe y era una distancia de al menos 30 kilómetros. Lo pensó muchas veces, aunque su deseo era tener su propia vivienda y ya no pagar más alquiler.
En 2021 se decidió y compró, a crédito, una casa en una de las primeras urbanizaciones del gestor inmobiliario Ambiensa por un valor de $ 72.000.
En principio le costó acoplarse a este sector con dirección a la vía a la costa, pero pronto se maravilló del silencio que no tenía donde vivía antes.
Chongón tiene 18.213 habitantes y 856,74 hectáreas, de acuerdo con el Municipio de Guayaquil. De estas, 350 hectáreas están destinadas a los proyectos urbanísticos.
Una de las obras de la Alcaldía, a través de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil, fue el paso elevado en el kilómetro 22 de la vía a la costa que conecta con la vía alterna a Chongón, de una longitud de 6,2 kilómetros. Esta conectará con la nueva vía al Aeropuerto Internacional de Guayaquil.
Además, se convierte en una vía alterna para las urbanizaciones de Ambiensa y Costanera asentadas en la zona que aún están en construcción.
Gran cambio para 2030
Todo este sector estará poblado para el 2030, de acuerdo con el análisis del ingeniero civil Daniel Moreira, quien participó de los proyectos inmobiliarios iniciales en Chongón.
“Conozco la planificación y construcción de la vía que beneficia a más de 10.000 habitantes, permite que se desarrolle este lugar que por mucho tiempo se manejaba en un entorno anticuado. Tendrán centros comerciales, los terrenos adquirirán plusvalía”, señala Moreira y añade que el precio de la vivienda es el atractivo.
Esa es la razón por la que se decidió Roberto, de 35 años. Él vive en una de las etapas de Paseo del Sol, una de las urbanizaciones más recientes de Ambiensa.
“Decidí vivir allá porque era una de las opciones más económicas del mercado, así como también por las inversiones que se han anunciado para la zona”, opina el hombre, cuya casa de dos pisos le costó $ 60.000.
Ya al vivir en la zona Roberto ha notado servicios ineficientes como:
- Continuos cortes de agua potable.
- Falta de iluminación y mantenimiento en la vía.
- Y a veces falla la señal telefónica.
Roberto entiende que con el desarrollo esto mejorará.
La cobertura de agua potable en Chongón es del 65 %, de aguas servidas del 54 % y de aguas lluvias del 42 %.
“Con las nuevas obras de infraestructura que están en marcha y en planificación, los servicios de agua potable, aguas servidas y aguas lluvias llegarán al 100 % de cobertura para la ciudadanía”, respondió el Municipio de Guayaquil.
‘Quería algo que me dé seguridad’
Melissa Loor, docente investigadora de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), afirma que todo proyecto requiere de una buena planificación. Y cree que la hay.
“El sector rural y ecológicamente denso está siendo rediseñado como un nuevo corredor de conectividad territorial entre la ciudad consolidada, como Guayaquil, y la futura plataforma logística aeroportuaria del Daular. No todo es perfecto, pero sí faltan algunas estrategias por considerar”, indica y agrega que una de estas es analizar los precios de las casas.
Moreira explica que el valor subirá cuando haya más ofrecimientos, como parques, piscinas, garitas privadas.
“La gente en el tema del valor como que ya no se lo piensa tanto como antes. Ahora por estos temas de delincuencia están buscando seguridad. Entonces, el precio queda un poquito relegado”, expone.
Y fue justamente lo que pensó Rolando: “La compré como una inversión, quería algo que me dé seguridad y que en el futuro me genere rentabilidad. Me pareció una buena opción por el precio y me dio confianza”, cuenta el hombre que adquirió su propiedad en Paseo del Sol, pero aún no reside en la vivienda por falta de recursos económicos para amueblarla y no tiene medidor de luz.
Según el Ministerio del Interior, el distrito Chongón registró 17 eventos violentos a julio de 2025. Una cantidad superior a la del 2024 y 2023, cuando fueron dos y cuatro casos, respectivamente.
¿Qué proyectos inmobiliarios hay en la zona?
Carolina, Roberto y Rolando viven en urbanizaciones de Ambiensa que ya están construidas. Las que faltan por edificarse completamente son, por ejemplo, Faro Alto, Faro del Porto, Vía di Vento, Vía del Porto también de Ambiensa.
Esto lo constató este Diario en un recorrido por la zona.
Ambiensa no es la única constructora asentada en el lugar. También se encuentra Costanera. Su director de proyecto, Carlos Carbo, cuenta que tienen pocas semanas promocionando y la demanda ha sido buena.
Esta inmobiliaria fue la promotora de proyectos como La Joya, en Daule, y Carbo compara esa expansión, que tiene años, con la de Chongón.
“Luego de La Joya vimos que Guayaquil ya tenía algunos años que no tenía un polo nuevo de desarrollo y Chongón se está comenzando a desarrollar. Empezamos a hacer un análisis de la zona del futuro habitacional que iba a permitir, posiblemente en los siguientes diez años estén entre 25.000 y 30.000 familias”, expresa.
Y es en lo que coincide Moreira, cree que en cinco años habrá un 10 % más de población que la actual en Chongón.
“El desarrollo que va a tener este sector va a ser demográficamente más amplio que cualquier otro sector, en el tiempo, que le ha tomado desarrollarse. Por ejemplo, La Joya se desarrolló en doce años, pero para este sector, como van a tener la nueva vía del aeropuerto en cinco años, les va a tomar a ellos la mitad del tiempo que les ha tomado a otros sectores desarrollarse”, dice.
La inmobiliaria Costanera es la más visible al ingresar por la nueva vía que está del lado de vía a la costa y tendrá siete etapas distribuidas en 100 hectáreas.
Así también contará con otras 30 hectáreas para plazas o centros comerciales, colegios, centros de salud y gasolinera.
Después de esta aparecen los proyectos de Ambiensa, del lado derecho de la vía con dirección al centro de Chongón.
Bosques que ahora son terrenos planos
En tanto, Loor indica que hay dos estrategias que faltan por considerar en este desarrollo, como el tema ambiental y el resarcir a la sociedad.
“Estamos hablando de una zona donde predominaba el ecosistema de un bosque seco tropical. Uno de los más frágiles y menos protegidos del Ecuador. Las inmobiliarias han intervenido de forma significativa en áreas donde antes existía una rica biodiversidad, incluyendo en especies emblemáticas tales como el mono aullador, el jaguar y la nutria, que fueron excluidas de su hábitat o buscaron uno nuevo”, explica.
Plantea una restauración ecológica activa con reforestación de especies nativas en zonas impactadas, corredores biológicos, entre otros.
Un desarrollo con equilibrio en lo ambiental es lo que falta, asegura Madeleine Macías, ingeniera en Gestión Ambiental.
“De qué sirve que desarrolle una ciudad para mejorar la vida de la población, pero dejo de lado la cuestión ambiental, que es prácticamente lo que brinda el bienestar y los recursos se acaban”, cuestiona Macías.
Loor hace énfasis en que no está en contra del desarrollo, pero sí es necesaria una auditoría para determinar si se cumplió o no con las compensaciones ambientales.
Fuente: El Universo