25% de siniestros viales se concentran en cinco vías de Guayaquil: expertos plantean acciones para reducir incidentes

Las cifras de siniestros viales continúan al alza en Guayaquil, con un promedio de 370 eventos por mes en este 2025.

Entre el 1 de enero al 31 de agosto, el Puerto Principal alcanzó los 2.964 siniestros de tránsito, con 3.220 lesionados y 200 fallecidos en sitio.

Según estadísticas del Observatorio de Movilidad de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), la vía Perimetral se mantiene encabezando el listado como la vía con más eventos. Lleva 211 siniestros. Luego siguen la vía a Daule (195), la av. Francisco de Orellana (130), Narcisa de Jesús (119) y av. 25 de Julio (90).

En las cinco vías se concentran 745, es decir, el 25,13% de incidentes viales de la urbe.

En todo el 2024, la zona con más siniestros de tránsito también fue la vía Perimetral con 242 eventos, seguido de la vía a Daule con 240Narcisa de Jesús 114, av. Orellana 102 y av. 25 de Julio 79.

En los recientes cinco años, estas vías de alto tránsito se mantienen en el top 5 de vías con más siniestros, aunque con ciertas variaciones de posiciones entre cada año.

En ese sentido, dos académicos y expertos en movilidad exponen las principales causas que podrían propiciar estos eventos y dan alternativas para mejorar la seguridad vial.

Estos factores inciden en siniestros viales en Guayaquil

Federico von Buchwald, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y expresidente del directorio de Fundación Metrovía, expone que el factor principal que generan los siniestros viales es el exceso de velocidad.

Sobre la reiteración anual de estos eventos en esas zonas, dijo, responde a la permanencia de ciertas condiciones “estructurales como conductuales, sin intervenciones correctivas sostenidas”.

Además, en vías, como la Narcisa de Jesús, explicó que confluyen condiciones de diseño vial “inadecuadas”.

La avenida Narcisa de Jesús es una de las arterias viales de mayor importancia en el norte. Foto: El Universo

Entre esas deficiencias hay distancias insuficientes para el entrecruzamiento seguro entre los carriles de servicio y retornos, conducta de peatones y choferes, bajo uso de pasos peatonales, falta de conocimiento de la función del carril izquierdo, circulación de autos sin luces completas o sin señalización adecuada, y además de la presencia de plataformas mal estacionadas.

Erwin Delgado, decano de la facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Espol, expone otros factores, como la alta velocidad de circulación más allá de la velocidad de diseño de vías, la misma en algunos casos supera el rango seguro en zonas urbanas.

Acotó que el aumento de riesgos puede motivarse por la alta demanda vehicular con varios medios de transporte conlleva distintas velocidades de circulación; y que hay tramos que pasan por zonas con alta densidad de población, sin segregación de usuarios.

“Lo que genera cruces peatonales informales, exponiendo a conductores y peatones a un siniestro por maniobras inesperadas en vías de alta velocidad”, explica Delgado.

La tendencia creciente, acota, se debe por la interrelación entre estos factores así como por falta de señalización adecuadasiluminación, además de inexperiencia y baja percepción de riesgo de choferes.

Expertos sugieren medidas para bajar emergencias

Para reducir siniestros, von Buchwald dijo que es necesario un enfoque integral que combine mayor control, educación vial, conciencia ciudadana y mejoras en la infraestructura. Todo aquello sin comprometer la fluidez del tránsito, dice.

Entre las recomendaciones, considera fundamental intensificar los controles técnicos y operativos, no solo en relación con la velocidad, sino también con el estado de los vehículos.

Además sugiere reforzar la educación vial y la cultura de respeto a normas de tránsito para choferes y peatones.

A nivel de infraestructura acota que un mejor diseño puede marcar “gran diferencia”. Ello implica evaluar la ubicación y frecuencia de pasos peatonales, retornos, señalización, iluminación y zonas de desaceleración. “Debe responder a criterios técnicos y a la realidad del comportamiento vial en cada sector”, refiere.

Sobre la vía Perimetral, Delgado menciona que las medidas deberían estar orientadas a la limitación de la velocidad en zonas con alta densidad poblacional, como bandas reductoras y su combinación con barreras físicas que impidan que peatones y otros usuarios usen pasos no permitidos.

A su vez, explica que sería necesario evaluar la geometría, ya que por las zonas con altos índices de siniestros eventualmente debería hacerse una configuración de accesos de entrada y salida de autos.

Alternativas de control con fotorradares y carril izquierdo

En varios tramos de estas vías hay fotoradares para controlar la velocidad.

Ante ello, Delgado cita que es pertinente la realización de campañas o educación vial que permitan cambiar la percepción sobre el objetivo de estos equipos, para que más allá de un fin punitivo o recaudatorio se lo entienda como un elemento disuasivo.

Considera es vital evaluar la implementación de otros tipos de sistemas de control, como un sistema que en un tramo mida la velocidad promedio.

Von Buchwald expone como clave que se cumpla la normativa del uso de carriles, sobre todo del izquierdo usado para rebasar. De ser el caso, que se apliquen sanciones ya que su mal uso con bajas velocidades entorpece el tráfico.

Fuente: El Universo

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