Envalentonado sabiendo que tiene en sus filas al mejor jugador de mundo, los ‘Herons’ retaron a Seattle e incluso al inicio lo arrinconaron a su área. Los de Brian Schmetzer no se inmutaron ni tampoco se mostraron sorprendidos. Parecian tener un ‘as’ bajo la manga.
Poco a poco, Seattle también fue creciendo. A los 26 minutos llegó el primero. Alex Roldán sacó un misil y Osaze de Rosario solamente puso la cabeza para que esta ingresara a las redes. Messi e Inter Miami tenían que remar contracorriente.
El daño pudo ser mayor para Miami, pero la fortuna estuvo del lado de Ustari a los 39 minutos, en un contragolpe, Jesús Ferreira sacó un potente disparo que terminó golpeando el palo. Mascherano respiraba aliviado. Un 2-0 hubiera sido una losa pesada.
Del otro lado, Messi se la pasaba más en el césped, y Suárez era un náufrago perdido en el ataque y sufriendo con la muralla que puso Brian Schmetzer para evitar que Inter Miami pudiera hacer daño, liderada por el mexicano Obed Vargas. Esto le permitía a Andrew Thomas, el guardameta de Seattle era un espectador más.
Noche sombría para Messi e Inter Miami
El segundo tiempo inició mejor para Inter Miami, pero no parecía ser la noche de Messi. En una gran combinación entre el argentino y Luis Suárez, recordando sus mejores momentos en el Barcelona, el campeón del mundo no estaba fino y le daba demasiada fuerza a su disparo, que lloraba al irse a las nubes.
Si la falla de Messi parecía inverosimil, a los 60 minutos Tadeo Allende también se perdió una clarísima. El argentino quedó mano a mano con Andrew Thomas y su remate se fue apenas por un lado de la portería del Sounders.
Bien dice la ley del fútbol que el que perdona, al final pierde. En un contragolpe, George Minoungou condujo el esférico e hizo caer en el engaño El árbitro marcó el penal y Roldán no perdonaría. Esto ya era el golpe definitivo, pero Paul Rothrock quería unirse a la fiesta, después de las palabras de su técnico no pensaba irse sin marcar, y fue así como marcó el tercero, el de la sentencia final.(D)