La minera canadiense Dundee Precious Metals (DPM) trabaja en cumplir con la disposición del Ministerio del Ambiente y Energía de difundir el Plan de Manejo Ambiental del proyecto Loma Larga, en Azuay, mientras ajusta su cronograma y define cómo garantizar el suministro de los 11 megavatios (MW) que requerirá la mina en operación.
La ministra Inés Manzano notificó el pasado 6 de agosto que el plan ambiental aprobado para las fases de explotación y beneficio debía ser comunicado a los distintos actores sociales. Aunque no se fijó un plazo, la empresa prevé realizar este proceso en aproximadamente un mes.
“En territorio no está pasando nada, lo que hacemos son actividades que se pueden adelantar desde oficina. Esperamos que la restricción no afecte el cronograma previsto para iniciar la construcción en 2026”, explicó Guillermo Salgado, director país de DPM en Ecuador.
El proyecto, adquirido en 2021, cuenta con licencia ambiental desde junio y contempla una inversión total de $ 499 millones, de los cuales ya se han ejecutado $ 129 millones. Según el Banco Central, la mina debería entrar en producción en el primer trimestre de 2028, con una vida útil estimada de 11 años.
En materia energética, la compañía analiza varias opciones: conectarse al Sistema Nacional Interconectado (SNI), generar de manera autónoma con diésel, una combinación con energía solar, o incluso sistemas híbridos con baterías.
Durante la construcción, prevista para tomar entre 18 y 24 meses, se generarían 1.500 empleos directos e indirectos, mientras que en la fase de operación se mantendrían cerca de 500 plazas laborales.
La mina, ubicada a 30 kilómetros de Cuenca, podría producir en sus primeros cinco años unas 200.000 onzas de oro anuales, y un promedio de 170.000 onzas en el resto de su vida útil.
“Hay un enorme potencial minero en Ecuador. Entendemos las preocupaciones sociales y ambientales, pero también es importante reconocer que la minería moderna cuenta con tecnologías que permiten un desarrollo responsable”, subrayó Salgado.
KG