El entrenador Martín Anselmi no duda en señalar el momento exacto en el que supo que Moisés Caicedo estaba destinado a grandes cosas. Fue en Cayambe, en su debut con Independiente del Valle ante El Nacional, cuando el joven mediocampista dejó una primera impresión imborrable.
“El día que debutó en Cayambe ante El Nacional, la primera pelota que controló no entiendo cómo se sacó a dos jugadores de encima. Ahí dije: ‘este chico es especial’”, recordó Anselmi con admiración.
En aquel entonces, Caicedo vivía jornadas intensas, repartiendo su tiempo entre la Copa Libertadores Sub-20 durante la semana y los partidos del primer equipo los fines de semana. Luego, volvía a Paraguay para continuar compitiendo con el plantel juvenil, en una muestra de esfuerzo y compromiso poco común para su edad.
Anselmi, uno de los primeros en confiar en su potencial, lo tenía claro desde el inicio: “De todos los jugadores que uno ve, era el que más claro teníamos que iba a llegar hasta donde llegó”.
Y no se equivocó. Hoy, Moisés “Niño Moi” Caicedo se ha consolidado como una de las máximas figuras del fútbol ecuatoriano y brilla en la exigente Premier League inglesa, defendiendo los colores del Chelsea. Su proyección internacional no solo valida el trabajo de Independiente del Valle en divisiones formativas, sino también la mirada aguda de entrenadores como Anselmi, que supieron detectar su grandeza desde el primer toque.
Lo que comenzó como una jugada mágica en Cayambe, hoy se traduce en ovaciones en Stamford Bridge. Y todo indica que la historia de “Moi” recién empieza.