El método 6-6-6 para caminar se ha instalado en redes sociales y plataformas de bienestar como una tendencia emergente para fomentar la actividad física, en especial entre quienes desean incorporar un hábito saludable en su día a día, según lo detalla la Revista GQ.
La simplicidad y flexibilidad del métod han sido clave en su difusión. Alejado del rigor de planes exclusivos para atletas o deportistas experimentados, el “triple 6” se dirige a un público amplio, desde quienes ya cuentan con experiencia física hasta aquellas personas que buscan una manera realista de mejorar su salud sin complicaciones.

Cómo es el método 6-6-6: pasos y horarios recomendados
Según GQ, el nombre del método hace referencia a tres componentes esenciales: “6 minutos de calentamiento previo, 6 minutos de estiramientos al acabar y hacer el ejercicio a las 6 de la mañana o a las 6 de la tarde”. En la práctica, la actividad consiste en salir a caminar durante una hora diaria a ritmo medio, precedida por un calentamiento específico que ayuda al cuerpo a adaptarse y reduce riesgos de lesiones.
Una vez concluido el paseo, se destinan otros 6 minutos a estiramientos suaves, enfocados en favorecer la recuperación muscular y minimizar molestias posteriores.
El horario sugerido -realizar la caminata a las 6 de la mañana o de la tarde- se basa en la idea de establecer un momento fijo, que ayude a fortalecer la rutina y evitar postergaciones.

Flexibilidad y adaptaciones sugeridas
A pesar de su estructura definida, el método 6-6-6 admite numerosas adaptaciones, lo que le permite encajar en agendas y necesidades diversas. La rigidez de horarios puede resultar un reto, especialmente para quienes no disponen de la mañana temprano. Por eso, la propuesta permite elegir nuevas franjas horarias, como las 8 o las 9 de la noche, especialmente en épocas de temperaturas elevadas.
Además, respecto a la duración de la caminata, GQ sugiere empezar con objetivos más asequibles. Se puede comenzar con 30 minutos, en lugar de una hora, e ir subiendo los tiempos hasta llegar a la meta. Esta posibilidad de adaptar tanto el momento como la extensión del paseo facilita la adherencia al método, respetando los límites y preferencias de cada persona.

Salud física y mental: los beneficios que trae el método
El tiempo dedicado a caminar favorece el estado cardiovascular, contribuye al control del peso y mejora parámetros metabólicos como la presión arterial y los niveles de glucosa. De acuerdo con GQ, «caminar no solo ayuda a mantenerse en forma, sino también a reducir el estrés y la ansiedad, además de todos los beneficios cardiovasculares que tiene”.
La inclusión de un calentamiento previo y la etapa de estiramientos posteriores aumenta el rango de movilidad, reduce el riesgo de lesiones y acelera la recuperación muscular, puntos relevantes para cualquier persona que realice actividad física frecuente.
La posibilidad de elegir el ritmo y el momento del día también favorece la conciliación con el descanso y disminuye la percepción de sacrificio, haciendo que la actividad se convierta en un “momento del día” valorado positivamente.

A nivel psicológico, adquirir el hábito de caminar tiene un efecto directo en la reducción del estrés cotidiano, mejora el estado de ánimo y refuerza la sensación de logro personal.
Asimismo, la constancia y el ajuste progresivo de la duración “puede ayudar a ir agarrando ritmo, así, a medida que uno avance, pueda ir incrementando el tiempo hasta llegar a la hora completa”.
Fuente: Infobae