La mañana de este miércoles, 16 de julio, Edison Quiroz esperaba en los exteriores de la morgue en Manta, para reconocer los cuerpos de sus hijos. Él es el padre de Kevin y Carlos Quiroz, quienes desaparecieron el pasado 6 de julio junto a otros tres jóvenes cuando viajaron desde Manta a Puerto López.
Los cuerpos aparecieron la madrugada del miércoles, 16 de julio, en el sector El Pital, zona rural del cantón ubicado al sur de Manabí.
Edison recordó que los cinco jóvenes salieron el domingo 6 de julio, y al no llegar el lunes 7, ya comenzaron a preocuparse.
“Los otros familiares llegaron a preguntarme si sabían algo de los chicos. Y empezamos la búsqueda”, expresó.
Este miércoles, 16 de julio, la Policía halló los cinco cuerpos sepultados. A Kevin y a Carlos, hijos de Edison, los identificaron por tatuajes.
El coronel Giovanny Naranjo, jefe de la Policía en Manabí, confirmó que los cuerpos corresponden a los cinco jóvenes desaparecidos de Manta. Los identificaron por sus prendas y tatuajes, además de una aplicación en el celular de una víctima que guio a los agentes al lugar del hallazgo.
“Gracias a un trabajo técnico de unidades especializadas, la Policía localizó el martes (15 de julio) un sitio donde estaban enterrados. Testimonios de moradores y la aplicación permitieron trazar la ruta que siguieron”, explicó Naranjo.
En el sector El Pital, los agentes encontraron primero un cuerpo, y tras excavar hallaron los otros cuatro.
“Los cadáveres estaban maniatados y en avanzado estado de descomposición, lo que sugiere que llevaban unos ocho días fallecidos”, expresó.
En el lugar, los investigadores recolectaron casquillos de bala, lo que devela que los jóvenes pudieron ser asesinados a disparos. Sin embargo, el estado de los cuerpos dificultaría determinar la causa exacta de muerte.
Actualmente, las autoridades realizan autopsias para esclarecer los hechos.
La Policía abierto varias líneas de investigación y cuenta con el apoyo de equipos especializados enviados desde Quito. Los agentes han levantado un mapeo técnico de la ruta, revisado cámaras de seguridad y recopilado testimonios de familiares.
Según Naranjo, los jóvenes, de entre 19 y 27 años, no tenían antecedentes penales. La investigación busca determinar el móvil del crimen y capturar a los responsables.
Fuente: El Universo