La Zona 8, integrada por Guayaquil, Durán y Samborondón, convive con una escalada de las muertes violentas en medio de un contexto de aumento de ciertos delitos, como secuestros y extorsiones, el fraccionamiento de bandas y la disputa para ganar territorio para el cometimiento de delitos.
Entre el 1 de enero hasta el 30 de junio, la Zona 8 sumó 1.795 muertes violentas. Esa cifra marca un ascenso del 65,59%, en comparación con las 1.084 casos del mismo periodo de 2024.
En el comparativo, la zona 8 acumuló 711 hechos violentos más en relación a lo que va del 2025 versus el mismo periodo de 2024.
Entre enero a mayo de 2025 hubo un marcado ascenso en relación a los mismos meses, sin embargo, en junio la tendencia varió.
En junio de 2024 hubo 206 casos y en el mismo periodo de 2025 hubo 191, lo que marcó una reducción de quince hechos violentos menos, que representa el 7,2% de baja.
El 10 de ese mes, en el ingreso al bloque 1 de Bastión Popular, en el noroeste de Guayaquil. Las balas alcanzaron a cinco personas en una balacera. En paralelo, en otras escenas cercanas de Mucho Lote sumaron otras víctimas mortales. En total, ocho personas murieron en ataques seguidos ese día.
Para autoridades, como esas muertes, la mayoría de hechos violentos, el 91%, responde a disputas de grupos criminales, en medio de problemas que sufre la ciudadanía por secuestros y extorsiones.
Ante la reducción de los índices en junio, Pablo Dávila, comandante de la Policía Nacional, expuso que a nivel nacional se ha presentado una reducción del 9% de muertes violentas al comparar ese periodo de 2023 en que hubo 710 casos, 2024 en que también descendió a 607 y 2025 continuó a la baja a 552.
Expuso que esta situación tiene relación con la intervención hiperfocalizada, planificada y ejecutada con precisión por unidades preventivas, investigativas e inteligencia de Policía a escala nacional.
“Las estructuras criminales han sido contenidas. Les cerramos el paso. Les arrebatamos el principio de oportunidad”, sostuvo.
En el caso de la Zona 8, en el análisis del cuadro estadístico de los datos de Policía, cinco zonas concentran el 72% de eventos violentos: Nueva Prosperina, Durán, Pascuales, Portete y Sur.
Renato Rivera, coordinador del Observatorio de Crimen Organizado, sostuvo que se convive una nueva ola de fragmentación de grupos criminales que derivan en el incremento de hechos violentos.
Justamente, en esas zonas que aglutinan la mayoría de crímenes se ha establecido que operan varios grupos de delincuencia organizada que conviven con disputas internas o bandas opositoras.
Por ejemplo, desde octubre del año anterior, como consecuencia de la captura de Comandante Willy, en España, hubo una fragmentación de Los Tiguerones. Se dividieron entre Tiguerones Fénix e Igualitos.
Los Tiguerones operan en amplias zonas del noroeste de Guayaquil. En los distritos Nueva Prosperina y Pascuales, por ejemplo, entre finales de 2023 e inicios de 2024 hubo un descenso de los índices de violencia, sin embargo, los índices aumentaron posteriormente.
“Lo que pasa es que ahora se fragmentan y están básicamente en guerra entre estas facciones”, explicó.
En esta dinámica, Los Águilas, otro grupo buscan generar alianzas, mientras Los Lobos buscan ocupar nuevos espacios en Guayaquil para generar sus delitos y economía criminal.
“Esto está generando un incremento de violencia en territorio”, expuso.
Rivera indicó que similar fenómeno se podría presentar a interna de Los Choneros, con la captura y extradición de Fito a los Estados Unidos.
“¿Por qué hay un reducción en junio? es muy pronto para saber qué es lo que está sucediendo. Al comparar el comportamiento con otros años, junio es un mes que tienes reducción pero que julio y agosto se incrementa nuevamente, siempre tienes uno o dos meses del año que todavía no hay una explicación clara de por qué se reduce”, explicó.
John Garaycoa, experto en seguridad y criminología, recordó además que la dinámica de muertes violentas y el aumento de la violencia responde a fenómenos complejos que tienen varias causas interrelacionadas. como factores socioeconómicos, criminalización y narcotráfico, debilidad institucional, desigualdad social, y además exacerbada por la crisis sanitaria que aumentó las tensiones sociales.
Él atribuyó que la reducción de muertes violentas en el reciente mes puede tener relación con las intervenciones de seguridad, condiciones sociales mejoradas y además de reducción de actividades criminales.
Sobre este último punto, explicó que puede tener relación con el impacto que hayan tenido intervenciones que afectaron la operatividad de grupos criminales
“Puede haber habido operativos de seguridad exitosos o estrategias de intervención por parte de fuerzas del orden que contribuyan a una disminución inmediata de violencia”, detalló.
Al cierre de 2025, Rivera apuntó que Ecuador se encamina a tener una tasa de 52 muertes violentas por cada 100.000 habitantes.
Fuente: El Universo
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