La suspensión del permiso ambiental para la construcción de pasos elevados en la avenida del Bombero, en el sector de Los Ceibos, continúa generando tensión entre el Municipio de Guayaquil y la Prefectura del Guayas.
El pasado 11 de julio, la prefecta Marcela Aguiñaga anunció que acataría la orden del Ministerio del Ambiente (MAATE) de suspender temporalmente los trabajos, tras denuncias ciudadanas sobre posibles impactos ambientales negativos. La decisión paralizó las obras que apenas llevaban 11 días en ejecución.
“El Ministerio del Ambiente es el ente rector. Nosotros hemos actuado conforme a la ley”, aseguró Aguiñaga este 15 de julio en una rueda de prensa desde el Centro de Convenciones de Guayaquil. La funcionaria explicó que la medida se ampara en el principio pro natura del Código Orgánico del Ambiente, que permite suspender permisos ante dudas sobre su cumplimiento.
Con tono crítico, la prefecta rechazó los cuestionamientos del alcalde Aquiles Álvarez, quien días antes había señalado que la decisión era “100 % política”. Aguiñaga ironizó que ahora se critique a una autoridad por respetar la normativa y pidió “dejar el show político”.
“Hoy pensemos en generar empleo. Sin empleo no hay seguridad”, enfatizó, en referencia a otros proyectos como la Cumbre del Cacao 2025, e hizo un llamado a priorizar la colaboración entre sectores público y privado.
Álvarez, por su parte, ha defendido el proyecto asegurando que cumple con todos los requisitos técnicos y legales. Incluso anunció una recolección de 20.000 firmas ciudadanas en respaldo a la obra, y mantiene reuniones con representantes de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe) para garantizar el financiamiento de la infraestructura.
El conflicto entre ambas autoridades refleja las crecientes fricciones institucionales en torno a la gestión urbana y ambiental en Guayaquil. Mientras tanto, colectivos ciudadanos celebraron la suspensión como una victoria temporal y exigieron transparencia y consulta previa sobre las obras en el sector.
KG