El Reino Unido evacuó en una operación secreta a 4.500 afganos tras una filtración de datos personales en 2022

El Gobierno británico ha admitido que evacuó en secreto a 4.500 afganos tras la toma del poder por los talibanes en 2021 y la filtración en 2022 de un archivo con datos personales de colaboradores con las fuerzas británicas en Afganistán. El documento con los datos quedó abierto a consulta pública tras un error de un funcionario del Ministerio de Defensa. Este poseía datos personales de casi 19.000 solicitantes de programas de reubicación, lo que los exponía a posibles represalias de los talibanes.

El ministro de Defensa, John Healey, ha confirmado ante la Cámara Baja la existencia de dicha operación tras levantarse una orden judicial que había impuesto estricta confidencialidad sobre los datos de los solicitantes para evitar que quedasen en riesgo.

De acuerdo con Healey, la filtración del archivo no se conoció hasta un año después, en agosto de 2023, cuando parte de su contenido se publicó de forma anónima en Facebook. Los afectados habían solicitado la acogida bajo la Política de Reubicación y Asistencia a Afganos y el Programa Extraordinario de Compensación.

Para proteger a los damnificados, el anterior Gobierno conservador activó en abril de 2024 de forma confidencial la Ruta de Respuesta para Afganistán. La iniciativa ha permitido trasladar a territorio británico a unas 4.500 personas, incluyendo familiares. Dicho programa prevé acoger a otras 600, más sus allegados, en las próximas semanas, según datos de Defensa.

La ONU advierte sobre la crisis de repatriados afganos

Naciones Unidas ha alertado sobre la creciente crisis humanitaria en Afganistán, donde más de 1,3 millones de afganos han retornado en lo que va de 2025. Muchos de ellos, según la organización, lo han hecho de forma «abrupta e involuntaria«, y ha pedido una respuesta global urgente para evitar un colapso mayor.

La oleada de deportaciones, principalmente desde los vecinos Irán y Pakistán, se atribuye a las crisis económicas y a las presiones políticas internas en esos países.

«Lo que debería ser un momento positivo de regreso a casa (…) está marcado por el agotamiento, el trauma y una profunda incertidumbre», ha afirmado la representante Especial de la ONU para Afganistán, Roza Otunbayeva.

Además de las cifras de la ONU, el régimen talibán informó la semana pasada que la cifra de retornos diarios ha llegado a superar los 40.000, lo que suma más de medio millón de personas solo en el último mes.

Otunbayeva ha advertido que la situación es especialmente grave para las mujeres y los niños, que regresan a un país donde el 70% de la población vive en la pobreza y donde su acceso a servicios básicos y protección social «sigue estando severamente restringido».

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