Más kilómetros, menos fallas: Mantenimiento inteligente para vehículos que trabajan

En Ecuador, miles de profesionales dependen de su vehículo para desarrollar sus actividades laborales cotidianas. Desde visitadores médicos, brókers de seguros, repartidores de plataformas digitales, hasta técnicos de mantenimiento o asesores comerciales, el automóvil no es solo un medio de transporte, sino una verdadera herramienta de trabajo.

 

Para este grupo de trabajadores, que recorren largas distancias a diario, el mantenimiento preventivo inteligente se convierte en una estrategia clave para proteger su inversión, evitar pérdidas de tiempo por averías y, sobre todo, garantizar su productividad. A continuación, Monica Correa, Directora automotriz de Terpel Lubricantes presenta una guía completa para este fin.

 

¿Por qué es vital un mantenimiento inteligente?

 

  • Cuando un vehículo trabaja intensamente, sufre un desgaste más rápido en comparación con un auto de uso ocasional. Fallas menores pueden convertirse rápidamente en problemas costosos si no se atienden a tiempo. Por eso, implementar una rutina de mantenimiento inteligente no es un lujo, es una necesidad.

 

  • Un plan adecuado debe incluir:

 

  • Productos de alta calidad (lubricantes, refrigerantes, aditivos)
  • Revisión periódica del motor, frenos, llantas y filtros
  • Diagnósticos predictivos que permitan anticipar posibles fallos

 

Recomendaciones clave para profesionales en movimiento

 

  1. No escatimar en lubricantes y refrigerantes: Usar productos genéricos puede parecer más económico a corto plazo, pero conlleva un mayor riesgo de desgaste y fallos. Lubricantes de calidad como los de Mobil™ ofrecen protección contra fricción y sobrecalentamiento, alargando la vida útil del motor y ayudando a reducir el consumo de combustible. “Un motor bien protegido no solo rinde más, también falla menos”, asegura Correa.

 

  1. Mantener una frecuencia de mantenimiento según el uso, no según el tiempo: Si se recorren muchos kilómetros diarios, los intervalos de mantenimiento deben acortarse, sin esperar a los tiempos estándar recomendados para usuarios promedio. Esto incluye cambio de aceite, revisión de bujías, filtros, frenos y sistema de refrigeración.

 

  1. Evitar operar con el tanque en reserva: Circular con poca gasolina de forma habitual puede hacer que sedimentos acumulados en el fondo del tanque lleguen al sistema de inyección, afectando el desempeño del motor.

 

  1. Atención a los síntomas del vehículo: Jaloneos (“caballeo”), pérdida de potencia o dificultad al encender son señales de alerta. “No deben ser ignoradas. La recomendación es acudir a un centro especializado para prevenir daños mayores y paradas inesperadas en plena jornada de trabajo”, dice la experta.

 

La importancia de productos especializados

 

  • El uso de lubricantes y refrigerantes de alta tecnología, como los del portafolio Mobil™, ha demostrado reducir el desgaste del motor, mejorar el rendimiento del combustible hasta en un 2%, disminuir la necesidad de mantenimientos correctivos, y prolongar la vida útil del vehículo.

 

  • Esta elección de productos se traduce en menos visitas al taller, mayor tiempo en la ruta, y por ende, más ingresos para el profesional.

 

Para quienes viven de su movilidad, cada minuto que el vehículo pasa detenido representa una pérdida directa. En ese sentido, adoptar una cultura de mantenimiento inteligente y preventivo no solo asegura un mejor rendimiento, sino también más tranquilidad y continuidad en sus actividades laborales. Con productos confiables, rutinas de chequeo adecuadas y conciencia sobre los síntomas de desgaste, los profesionales del volante (aunque no sean conductores de flotas) pueden garantizar que sus herramientas de trabajo estén siempre listas para el siguiente cliente, entrega o visita.

 

 

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