Davide Ancelotti, elegido por John Textor para sustituir a Renato Paiva en el Botafogo, es el nuevo entrenador del Glorioso. El italiano de 35 años, hijo del seleccionador brasileño Carlo Ancelotti, comienza una nueva etapa en su carrera.
Trabajando en conjunto con su padre en la selección brasileña desde junio, el profesional aún no ha actuado como entrenador en jefe en su carrera, pese a haber acompañado a Carletto desde su paso por el Bayern Múnich en 2016.
mismo ocurrió en el Napoli, el Everton y el Real Madrid, donde Davide trabajó como segundo entrenador de su padre. Y, como él mismo describió, su función era brindar apoyo durante los entrenamientos, la previa y los partidos. Incluso como «traductor», ayudando a Ancelotti a comunicarse con jugadores de clubes donde no hablaba el idioma, ya que domina italiano, francés, español, alemán e inglés.
Mucho antes de convertirse en asistente de su padre, Davide Ancelotti incluso probó suerte como jugador. Excentrocampista, tuvo una etapa discreta en el Milan e incluso jugó en la quinta división italiana. Pero se retiró a los 20 años, impulsado por su deseo de ser entrenador y porque se consideraba «demasiado lento».
Tras graduarse en Ciencias del Deporte a los 22 años, el hijo de Carletto comenzó su andadura en el fútbol. En 2012, fue preparador físico del PSG durante la etapa de su padre.
Cuatro años después, obtuvo su licencia UEFA «A», que le permitió trabajar como segundo entrenador. Y más recientemente, en julio de 2023, cuando ya estaba en el Real Madrid, Davide Ancelotti obtuvo su licencia «Pro» tras completar un curso en Gales, lo que le permitió dirigir a cualquier equipo.
‘Fútbol atrevido’
Como él mismo lo define, su estilo de juego es vertical y audaz. Esto estuvo muy influenciado por su padre, quien le enseñó a ser flexible y a encontrar diferentes maneras de ganar un partido.
«Mi padre me enseñó a ser flexible, a adaptarme, a tener diferentes ideas y maneras de ganar. Es importante que un equipo sepa gestionar las diferentes fases del partido. Dicho esto, cada uno tiene sus preferencias, y yo prefiero un estilo de fútbol un poco más vertical, más atrevido. Pero si tuviera que resumir mi idea del fútbol, diría que lo importante es saber hacer muchas cosas a un nivel muy alto. El equipo en mejor forma ahora mismo es el PSG, y saben hacer muchas cosas: mantener el balón, ser verticales, presionar alto, defender dentro del área… Si nos fijamos en su actuación contra el Liverpool en octavos de final, demostraron una gran habilidad defendiendo en bloque bajo. En el fútbol actual, hay que saber hacerlo todo. Lo que priorizo es que mis jugadores sepan hacerlo todo y lo gestionen de la mejor manera posible, según sus características», declaró en una entrevista con el periódico español Marca.
A pesar de estar inspirado por su padre, Davide admite que «casi nunca estuvo de acuerdo» con Ancelotti. Lo cual, para él, de hecho, fue positivo para las carreras de ambos.
«100% en desacuerdo. O sea, probablemente hubo más veces en las que no coincidimos. Creo que eso es lo que se espera de mí como asistente y también lo que él necesita. Digamos que esta ha sido la principal característica, no solo mía, sino de todos sus asistentes, porque es un entrenador con mucha experiencia, con mucha seguridad, y necesita un entorno estimulante. Quizás yo, al principio de mi carrera, a los 35 años, tenga muchas más dudas que él y necesite un entorno que me aconseje más, que me dé más seguridad. Y él, en cambio, necesita gente que no siempre esté de acuerdo. Así que, siempre con respeto y teniendo en cuenta que la decisión final siempre ha sido y siempre será suya».
Y en su opinión, un buen entrenador debe ser paciente, confiable y mentalmente versátil. Pero, claro, a veces también hace falta suerte para ganar partidos.
Durante su etapa en el Santiago Bernabéu, Davide fue considerado por la prensa local como el «arma secreta» de su padre en España. Y al finalizar su etapa en el Real Madrid, el segundo entrenador ya admitió que su deseo era entrenar a un club.
Incluso antes de unirse a la selección nacional, se especuló con su nombre en el Rangers de Escocia, pero las negociaciones no avanzaron. Incluso rechazó la invitación para unirse a su padre en el Amarelinha mientras esperaba otras ofertas.
Fuera del campo, Davide lleva una vida tranquila. Al italiano le gusta pasear en su tiempo libre, incluso con su perro. Ir a restaurantes también está en su lista, además de ver películas y cocinar. Su cocina favorita es la italiana, con su pasta y pizza.
Ahora cumplirá su sueño de trabajar como entrenador, y en la misma ciudad donde vive su padre, quien incluso ha visitado Nilton Santos, casa del Botafogo.