Con la llegada de la época seca, el Municipio de Quito ha fortalecido los patrullajes en zonas propensas a incendios forestales como parte de la campaña preventiva “Juntos contra el fuego”, que busca reducir el riesgo de quemas no controladas como las registradas el año pasado.
La estrategia es ejecutada por el Cuerpo de Bomberos en colaboración con la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y el Cuerpo de Agentes Metropolitanos de Quito (CACMQ). Las brigadas interinstitucionales recorren a diario los sectores con mayor vulnerabilidad, no solo para actuar ante emergencias, sino también para educar a la población sobre los peligros asociados al uso irresponsable del fuego.
Entre el 3 y 4 de julio se detectaron quemas a cielo abierto en tres zonas: Churoloma, en Tumbaco; Quitumbe; y Cruz Loma. En los dos primeros puntos, se logró identificar a los responsables y se iniciaron los procedimientos sancionatorios. En Cruz Loma, aunque no se ubicó al causante, el incendio fue controlado antes de que se expandiera.
En lo que va del año, se han abierto once procesos administrativos por quemas no autorizadas, mientras que en 2024 se gestionaron 96 sanciones por este mismo motivo.
La normativa local vigente prohíbe el uso del fuego sin permisos previos, y establece multas que pueden superar los 35.000 dólares en casos de incumplimiento.