Una vez más la presencia de tormentas eléctricas en el Mundial de Clubes hizo su aparición y en esta ocasión, Benfica y Chelsea fueron los equipos perjudicados por las constantes pausas obligadas que se llevan a cabo a manera de protocolo para salvaguardar la integridad de los futbolistas, cuerpo técnico y aficionados.
Sin embargo, en esta ocasión la suspensión del partido se dio de manera insólita, pues el juego se jugó con total normalidad durante más de 80 minutos y cuando todo parecía que disputaría la recta final sin mayores contratiempos.(D)