Caso Fito: ¿qué medidas urgentes deben aplicarse en las cárceles para frenar nuevas fugas?

La reciente fuga de Federico Gómez Quinde, alias Fede, sigue revelando las deficiencias del sistema penitenciario en Ecuador, aunque con la recaptura de José Macías, alias Fito, la pregunta ahora es si se podrá evitar nuevamente su evasión de la cárcel.

Alias Fede, cabecilla de Las Águilas, se habría fugado de la Penitenciaría del Litoral camuflado, caminando y vestido de militar.

El Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI), que administra las cárceles en Ecuador, no confirmó la fuga, sino que lo hizo el presidente Daniel Noboa.

Él expresó que la fuga no fue un descuido sino complicidad. Pidió que se capture en flagrancia a todo el personal del Centro de Privación de la Libertad del Guayas N.1, que se sospecha estuvo involucrado, mientras Fiscalía determina responsabilidades.

Fede es objetivo militar y la nueva ley aplicará para él», posteó el mandatario.

Luego de lo manifestado por el presidente, el SNAI señaló que se procedió con las diligencias necesarias para la aprehensión en flagrancia, únicamente del personal presuntamente involucrado en el caso con el fin de facilitar el desarrollo de las investigaciones correspondientes. En este caso están implicados diecinueve militares, dos funcionarios del SNAI.

Para Katherine Herrera, experta en investigación en Seguridad y Defensa Nacional, cuando un líder criminal escapa de una prisión de máxima seguridad disfrazado de militar, no se habla de una falla sino de un sistema funcional al crimen organizado.

Sostuvo que cuando las instituciones públicas dejan de cumplir su función y comienzan a operar para intereses delictivos, la frontera entre legalidad e ilegalidad se disuelve. En Ecuador, ya se cruzó esa frontera, puntualizó.

Opinó que actualmente estructuras criminales no solo infiltran al Estado pues gestionan directamente ciertas funciones, y el sistema penitenciario ecuatoriano es el caso más evidente.

Desde 2020, acotó, múltiples informes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el portal Insight Crime, Fundación Panamericana, advierten control interno por bandas, corrupción estructural, servicios tercerizados a mafias.

En teoría política, explicó, se denomina Estado cooptado o hibridación criminal del poder, es decir, cuando actores criminales controlan funciones estatales esenciales como la seguridad, la justicia, la rehabilitación.

Lo que colapsa, añadió, no es el Estado, sino su legitimidad como garante del orden y la impunidad se vuelve sistémica.

Su conclusión es que el sistema de rehabilitación social ha sido cooptado porque las cárceles están bajo control criminal, hay operadores penitenciarios intimidados, cooptados o funcionales, autoridades que miran hacia otro lado y desde la cárcel se ordenan crímenes, se lavan fondos y ahora también hay escapes con indumentaria militar.

Jean Paul Pinto, experto en seguridad, mencionó que se debe fortalecer la inteligencia del SNAI, y que haya un trabajo en conjunto con la Dirección General de Inteligencia (DGI) de la Policía. Acotó que el SNAI es un subsistema de inteligencia.

Sin embargo, acotó, si no se fortalecen los temas de fuentes humanas en las cárceles y no se logra detectar quienes trabajan para ellos, no se podrá ejercer control interno porque no lo hay actualmente.

“Ellos mismo saben que tenerle a Fito preso mucho tiempo es un peligro porque puede haber una nueva fuga o realmente lo pueden llegar a matar para silenciarlo”, dijo.

José Macías, alias Fito, fue recapturado en un operativo especial por fuerzas de seguridad el pasado miércoles 25 de junio en Manabí, tras casi 17 meses de su fuga de la cárcel RegionalEl cabecilla de Los Choneros había escapado en enero del 2024.

Pinto insistió en que mientras no se recupere el control de las cárceles nada va a mejorar y eso tiene que pasar por aspectos de infiltración, de inteligencia, de fuentes humanas al interior de las cárceles para poder desmantelar esas redes.

Sugirió además que se cree una fuerza militar penitenciaria que implicaría que efectivos de Fuerzas Armadas se formen en esa área, que aprendan una nueva doctrina, capacitación, entrenamiento y armamento.

Un exdirector del SNAI, quien prefirió la reserva de su nombre, sugirió principalmente fortalecer la carrera del servicio penitenciario y formación con valores éticos y morales, pruebas de confianza, al menos una vez al año.

Acerca de la infraestructura, el exfuncionario mencionó que se debe reforzar perímetros internos y externos e implementar tecnología que no solamente se refiere a la instalación de cámaras de vigilancia.

Y, además, un sistema en el que el agente penitenciario tenga el mínimo contacto con la persona privada de la libertad (PPL).

Para Herrera no habrá seguridad sostenible mientras no se garantice que cada sentencia se cumpla.

Adicionalmente que se rompan las redes de complicidad entre crimen, cárcel y corrupción, que se recupere el control estatal de funciones estratégicas, pues sin eso el Estado pierde legitimidad. (I)

Fuente: El Universo

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