Con un 62,5 % de avance en su construcción, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Los Merinos se consolida como uno de los megaproyectos estratégicos para la sostenibilidad ambiental de Guayaquil. Así lo destacó el alcalde Aquiles Alvarez durante una visita técnica realizada a la obra ubicada en la avenida Narcisa de Jesús.
La planta beneficiará directamente a más de 1,5 millones de habitantes y permitirá el tratamiento de aguas servidas provenientes de las parroquias Tarqui y Pascuales. Además de su impacto en sectores como Alborada, Sauces, Bastión Popular, Guayacanes, Samanes, Martha de Roldós y Juan Montalvo, también contribuirá a la descontaminación de afluentes que afectan zonas aledañas como Limonal, Juan Pablo II y Samborondón.
“Vamos a ser la ciudad que va a tratar el agua para el 100 % de sus ciudadanos. No nos olvidemos que Guayaquil tiene hoy 2,7 millones de habitantes”, afirmó el Burgomaestre, quien recordó que cuando asumió la Alcaldía, la obra tenía apenas un 15 % de ejecución. Alvarez proyecta que la planta esté operativa entre septiembre y octubre de 2026.
El gerente de EMAPAG EP, Mario García, explicó que esta planta reemplazará a las antiguas lagunas de oxidación diseñadas para una población de 70.000 personas. “Esta es una planta mecanizada, con tratamiento físico y químico avanzado, que logra la remoción eficiente de contaminantes del agua residual”, aseguró.
El proyecto forma parte de una inversión integral de 240 millones de dólares, enmarcada en el programa CAF XVII. Incluye además la construcción de una línea de impulsión de 5,5 kilómetros que garantizará un caudal de 7,4 m³/s hacia la planta.
La obra responde a la visión de una Guayaquil renaturalizada y se alinea con el modelo de Alcaldía de energía circular, ya que contempla la generación de energía a partir del mismo proceso de tratamiento de aguas.
KG
