En medio del creciente conflicto con Israel, el gobierno iraní advirtió este domingo que las bases utilizadas por fuerzas estadounidenses en Medio Oriente serán consideradas objetivos legítimos de ataque. La amenaza surge tras una serie de bombardeos atribuidos a Estados Unidos, que habrían afectado gravemente el programa nuclear de Irán, según reportes de Washington.
La tensión aumentó notablemente en Teherán, donde manifestantes salieron a las calles con gritos de «¡Venganza, venganza!», mientras el presidente Masud Pezeshkian atravesaba una plaza central de la capital. La movilización ciudadana reflejó el respaldo popular a una posible respuesta militar.
Ali Akbar Velayati, asesor del líder supremo Alí Jamenei, aseguró a través de medios oficiales que las instalaciones utilizadas por tropas estadounidenses están en la mira de las fuerzas iraníes, en una declaración que marca una escalada directa en la confrontación.
El Ministerio de Salud de Irán confirmó que los recientes ataques dejaron personas heridas, aunque aclaró que no se ha detectado contaminación radiactiva en los afectados. Hasta el momento no se ha especificado el número de víctimas.
Este nuevo episodio se da en el décimo día de enfrentamientos entre Irán e Israel, en un contexto regional marcado por la creciente militarización y el riesgo de expansión del conflicto.
