Felipe Caicedo es sinónimo de perseverancia, humildad y pasión por el fútbol. No cualquier jugador tiene el privilegio de vestir las camisetas de equipos como el Manchester City de Inglaterra, el Sporting de Lisboa, el Inter de Milán y la Lazio de Italia o el Lokomotiv de Rusia.
El guayaquileño de 36 años construyó una carrera por casi 20 temporadas. Empezó en el FC Basilea en 2006 y aún sigue jugando. Ganó tres títulos en Suiza, cuatro en Italia (tres con Lazio y uno con el Inter). Dejó un legado en cada club por el que pasó. Su huella está escrita con goles.
En el final de su carrera como futbolista, Felipe Caicedo aceptó uno de los retos más importantes: ponerse en forma y jugar en el equipo del que es hincha confeso: Barcelona Sporting Club.
‘Feliphanter’ sueña con salir campeón con el ‘ídolo’ del Astillero y retirarse al final de esta temporada. Quiere que todo el sacrificio que hizo por volver al país valga la pena.
En una entrevista con PRIMICIAS, Caicedo repasa los momentos más importantes de su carrera: sus mayores sacrificios, la oferta del Atlético de Madrid que pudo haber cambiado su futuro, la razón por la que estuvo fuera de las canchas durante un año y medio y el tatuaje que se hizo en Guayaquil con el escudo de Barcelona SC.
También analiza el actual momento de la selección ecuatoriana de fútbol, su museo con más de 300 camisetas y cómo se ve después de dejar el fútbol. Felipe Caicedo, más sincero que nunca.
¿Está disfrutando de lo que tanto soñaba, jugar en Barcelona SC?
Sí, a ratos más que menos, pero lo estoy disfrutando. Estoy cumpliendo una meta, un sueño de siempre. Mi intención siempre fue venir acá y jugar. Disfruto todo lo que hago, incluso de los pequeños detalles. Desde que me levanto hasta que me acuesto a dormir. Intento disfrutar cada momento.
¿Por qué estuvo inactivo durante un año y medio?
Porque ya creía que mi ciclo en el fútbol llegó a su fin y no me animé a aceptar ninguna oferta que recibía, tampoco las creía interesantes. Luego fue pasando el tiempo, me acomodé a la vida familiar que llevo, estar con mi hija, con mi familia, la verdad es que no vivía esa parte de llevarla todos los días al colegio, estar con ella 24 horas. Me gustó y dejé aparte el fútbol. Pero hasta que uno no se retire, siempre van a haber ofertas. Afortunadamente, tuve muchas opciones, llegó la de Barcelona y me decidí a venir. No me lo pensé dos veces.
¿Sacrificó mucho por llegar a Barcelona SC?
Sí, la verdad es que lo sacrifiqué todo. Lo más preciado que tengo es mi familia y lo sacrifiqué por estar acá. Pero no me arrepiento. Estoy bien. Quiero continuar y poder decir que valió la pena todo el sacrificio. Era una deuda pendiente que tenía conmigo mismo el venir a Barcelona. Pero en el camino se dejan cosas que no me las esperaba. Me hubiese gustado estar con todo mi entorno. Pero uno toma decisiones y por eso estoy acá.
¿Cómo se ve de acá en uno o dos años, hay algún sueño que queda por cumplir?
Me estoy preparando para el después. Obviamente quiero seguir vinculado al fútbol, ya sea en un ámbito deportivo o educacional. Espero terminar las cosas bien y después ayudar a los chicos. En Ecuador hay mucha materia prima, hay que educarlos desde muy chicos, en todo aspecto. Quiero hacer algo ligado al fútbol. Me gustaría ser director técnico, pero si me das a elegir entre DT o gestor, prefiero la parte más administrativa. Soy más de observar que de dirigir dentro del campo, pero no lo descarto. Estoy abierto a todo.
¿Qué le genera la nueva camada de futbolistas en la Selección?
Me genera buenas sensaciones. Veo un equipo muy maduro a pesar de que es muy joven. El equipo es muy bueno a nivel defensivo y de carácter. Quizás falta un poco más de ambición en ataque. Pero Ecuador puede estar tranquilo, porque tiene una generación muy buena y ajustando dos o tres cosas, creyéndose un poco más y mejorando el tema de ambición yo creo que puede llegar lejos.
Es un poco preocupante la falta de un referente, a parte de Enner (Valencia). Obviamente él está ahí, pero cuando no está se siente. Hay buenos jugadores como para que los vaya introduciendo el entrenador, pero él tiene su política, tiene su manera de ver el fútbol, a mí sí me hubiese gustado ver a un delantero de referencia en el área contra Brasil. Pero hay una buena camada. Todos los chicos están a un buen nivel. Tenemos a defensas que son top mundial y un medio campo que da para soñar.
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