La relación que existe entre la sociedad y el ambiente es mucho más estrecha de lo que pensaríamos. Solo basta con reconocer que los recursos con los cuales se desarrolla el sistema económico y social provienen del sistema natural, así también, los residuos y desechos se los acumula en el ambiente causando problemáticas e impactos acumulativos y puntuales. La sociedad funciona por la disponibilidad de los recursos naturales, entre ellos el alimento, energía, agua y demás materias primas fundamentales para el desarrollo como lo conocemos.
Si nos tomamos un tiempo y pensamos qué sería de la sociedad sin agua segura y limpia, la respuesta seguramente sería que no podría funcionar. Es con este ejemplo que queremos proponer la relación con el ambiente y la importancia de mantenerlo y preservarlo para el bienestar de la sociedad en sí misma y las futuras generaciones.
La degradación del ambiente y la imposibilidad de acceder a recursos naturales que cada vez más, están siendo contaminados, causan problemáticas sociales más profundas. Problemáticas como: la pobreza, la desigualdad, la falta de acceso a servicios básicos y la discriminación, están profundamente vinculados con los problemas ambientales. Las poblaciones más vulnerables suelen ser las que más sufren las consecuencias negativas de la degradación ambiental, como el cambio climático y la contaminación. Pero también es importante entender que los problemas ambientales afectan y profundizan las desigualdades sociales, están estrechamente interconectados y se potencian mutuamente.
El impacto ambiental no afecta a todos por igual; las comunidades que menor impacto causan suelen ser las más vulnerables. El cambio climático genera sequías, inundaciones y desplazamientos que afectan la calidad de vida, salud y seguridad de las personas. Abordar ambos aspectos de manera integrada es clave para lograr un desarrollo sostenible, equitativo y responsable, que atienda tanto la protección del planeta como el bienestar humano.
Debemos reflexionar sobre cuál es la relación que, como sociedad, estamos manteniendo con el ambiente. Si únicamente pensamos en el origen de los recursos sin considerar los impactos durante el proceso de producción, desde su explotación hasta su disposición final, las problemáticas sociales seguirán profundizando brechas y condiciones desiguales de desarrollo.
El conocer y gestionar los impactos ambientales con una mirada social, en la cual las comunidades donde se extraen los recursos, puedan ser parte de la generación de valor y no solo de impactos, traerá consigo resultados positivos para todos como sociedad. Siendo más eficientes aprovechando los recursos y manteniéndolos más tiempo en la economía, esto reducirá también la necesidad de contar cada vez más con áreas destinadas a enterrar residuos y desechos, pensando que eso es lo correcto.
