Los problemas de salud mental que sufren los ecuatorianos son cada vez más frecuentes. A raíz de la pandemia del Covid-19, el número de pacientes que busca ayuda médica para resolver dolencias de salud mental, en los hospitales y clínicas se incrementó considerablemente, tanto en el sistema público, como en el privado.
Según las cifras del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), los egresos hospitalarios por trastornos mentales se dispararon en los últimos años, pasando de 6.482 en 2020 a 10.362 en 2023. Esto significa un aumento del 59,8% en solo tres años.
Trastorno neurótico, el principal problema de salud mental en Ecuador
Entre los problemas mentales más recurrentes están los trastornos del humor, los trastornos neuróticos y los de comportamiento, que se derivan del consumo de drogas. Aunque en la lista también aparecen la esquizofrenia, los trastornos de personalidad en los adultos y los de comportamiento en los niños.
Esta situación obligó a que autoridades nacionales y locales implementen programas para combatir las afectaciones mentales en Ecuador. Sin embargo, se trató de iniciativas que carecieron de articulación interinstitucional.
Eso se intentó cambiar a finales de 2023, cuando la Asamblea aprobó la Ley Orgánica de Salud Mental, que dio paso a la Política de Nacional de Salud Mental 2024 – 2030, elaborada por el Ministerio de Salud.
El documento, entre otras cosas, apunta a «la reducción de la morbilidad, mortalidad y factores de riesgo; el fortalecimiento de factores protectores a nivel individual, familiar y comunitario; la provisión de servicios de base comunitaria; y la inclusión social de personas con problemas de salud mental».
Un asunto de Estado
Esta iniciativa tomó mayor relevancia tras la reelección del presidente Daniela Noboa, pues una de sus primeras disposiciones fue encargar a la vicepresidenta, María José Pinto, la creación y articulación de programas, proyectos y planes relacionados a la salud mental.
Daniel Noboa establece las funciones de la vicepresidenta María José Pinto, ¿qué le encargó?
El presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Psiquiatría, Juan Ayala, califica como positivo el hecho de que la Vicepresidenta de la República se encargue de coordinar los proyectos orientados a tratar los temas de salud mental.
«Es muy importante que la Vicepresidenta Pinto trabaje en este tema. Si logra coordinar a todas las instituciones que tienen que ver con esta problemática, se pueden obtener buenos resultados», dice.
En esto coincide la psiquitra y experta en salud mental y adiciones, Julieta Sagnay, quien considera que es urgente que las autoridades regresen a ver a los niños y adolescentes, pues en los últimos años han empezado a desarrollar problemas mentales desde edades tempranas.
«En los más de 30 años de experiencia que tengo, no había recibido pacientes de siete años deprimidos y que se hayan querido suicidar. Es un tema preocupante que debe ser tomado en cuenta», insiste.
La salud mental en cifras
Si bien aún no se conocen los proyectos de salud mental que implementará la vicepresidenta Pinto, la Política de Nacional de Salud Mental 2024 – 2030 muestra un diagnóstico de la situación que enfrentará.
Uno de los problemas más preocupantes es, precisamente, el aumento del número de personas que año a año presenta afectaciones mentales. Para ellos, el sistema de salud nacional cuenta con 1.129 establecimientos que ofertan algún tipo de servicio relacionado a salud mental.
Un datos que llama la atención es que la mayoría de estos lugares están en manos privadas, seguidas de las que son administradas por el Ministerio de Salud y por las del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Con relación al número de profesionales, la Política de Nacional de Salud Mental 2024 – 2030 señala que en Ecuador existen alrededor de 13.000 psicólogos y más de 400 psiquiatras certificados por la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud.
El presidente de la Asociación de Psiquiatría, Juan Ayala, considera que la cantidad de psiquiatras es baja frente al número de pacientes que presenta algún trastorno. «Necesitamos más especialistas, tomando en cuenta que cada vez hay más personas que presentan problemas mentales», dice.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que cada país cuente con al menos un psiquiatra por cada 10.000 habitantes. En el caso de Ecuador, esa cifra es de apenas 0,24 profesionales por cada 10.000 personas.
Otro tema importantes es la disponibilidad de camas hospitalarias, que suma 800 entre los subsistemas públicos y privados. Aunque la OMS no establece un número mínimo de camas para atender casos de salud mental, reconoce que en la mayoría de países son insuficientes.
Presupuesto para salud mental
Entre 2013 y 2022, el Ministerio de Salud invirtió alrededor de USD 15 millones en programas relacionados a la salud mental, El año con mayor presupuesto fue 2015, cuando se utilizaron USD 2,5 millones, mientras que el año con el menor presupuesto fue 2013, con USD 314.707.
Una de las tareas que establece la Política Nacional de Salud Mental 2024- 2023 es aumentar la inversión para combatir este problema, aunque no detalla el monto. Lo que sí señala es que Ecuador debe reducir la tasa de mortalidad por suicidio de 6,48 por cada 100.000 habitantes en 2022 a 6,02 en 2030.
También apunta a incrementar al 50% la cobertura de servicios para la atención de problemas de salud mental para 2030 y lograr que el 80% los hospitales del segundo nivel cuenten con camas para pacientes con estas dolencias.
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